Una de las series más exitosas del canal HBO es Game of Thrones, que es basada en la saga de novelas fantásticas "Canción de Hielo y Fuego", se ha convertido en todo un boom y por eso es el favorito de miles de personas alrededor del mundo.
La excelente historia que se cuenta en la serie de Game of Thrones ha generado que cada personaje obtenga un valor para el público, que pasar de ser ficticios y suceda en un fantástico, cada uno de los protagonistas tiene un perfil psicológico muy concreto que podría trasladarse a la realidad.
De acuerdo a las características que tiene cada personaje de la historia como el liderazgo y la autoestima hacen que los seguidores se sientan identificados. Ante ello, la ciencia ha estudiado a cada figura.
La revista Time publicó un análisis realizado por un equipo de psicólogos investigadores sobre algunos de los protagonistas más icónicos de la serie: Jon Snow, Arya Stark, Cersei Lannister, Daenerys Targaryen y Tyrion Lannister. ¡Atenta y toma nota!
Este personaje tiene una autoestima más bien baja, que lo diferencia del resto. De hecho, es uno de los pocos protagonistas de toda la serie que tiene ese rasgo. Tampoco cree que posea habilidades extraordinarias. Es un constructor de consenso que valora el consejo y cree que el propósito del castigo debe ser desalentar el mal comportamiento y no obtener placer del dolor ajeno.
La mujer más chica del clan Stark se diferencia por el nivel de independencia que tiene de los demás. Ella busca la fama y considera que tiene un talento único. Si bien todos los personajes están ansiosos por derrotar a sus enemigos, para Arya esa meta es más personal, tal y como muestra cada vez que recita los nombres de aquellos a quienes tenía intención de matar. Como líder, se podría esperar que ella traspasara sus rencores a sus súbditos, pero no que estuviera abierta a los consejos de terceros.
Mientras Arya cree que se destaca por sus habilidades, Cersei se inclina por asumir que los demás no son tan especiales como ella. Espera la lealtad y la admiración de quienes la rodean y castiga rápidamente a los que no cooperan. En la sociedad moderna, estaría mucho más interesada en castigar a los delincuentes que en su rehabilitación. La mujer tampoco hace caso de los consejos ajenos, pero no por su independencia, sino por su creencia de que es lo suficientemente inteligente como para no necesitar a nadie más.
El deseo inflexible de la Madre de los Dragones de reclamar el Trono de Hierro está mucho más motivado por su creencia de que ella es la heredera legítima que por un fuerte deseo de estar en una posición de poder. Esa convicción de que una monarca debe ser ungida legítimamente, no simplemente por ser más fuerte que todos los demás, impulsa su necesidad de un amplio reconocimiento.
Comparte con su hermana su deseo de vencer a sus rivales, pero no disfruta con el castigo a sus enemigos. Si bien en un primer momento tenía una personalidad más narcisista, con el paso del tiempo se volvió más humilde. Pero, a diferencia de Daenerys, no necesita intensamente que todos estén de acuerdo con él. Al igual que Arya, él tiene la convicción de que dispone de habilidades especiales.
Cabe mencionar que, para obtener estos resultados, el grupo de especialista estudió a 500 usuarios que rellenaran un formulario en el que debían responder cada pregunta con lo que ellos creían que los personajes habrían contestado.
Tras obtener esta información, los expertos lograron desentrañar la psicología escondida en la mente de cada uno de ellos, la cual se hizo antes de la emisión de la octava y última temporada.
(Información compartida del portal TN)