Héctor Villavicencio optó por una decisión drástica al decidir por matricularse en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos después de sentir que la Universidad Nacional de Ingeniería no satisfacía completamente sus expectativas.
Un estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) tomó la decisión drástica de abandonar su carrera en Ingeniería Textil durante su tercer ciclo para postular al examen de admisión 2024-II en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). A la edad de 22 años, logró ingresar exitosamente a la carrera de Medicina Humana.
Este estudiante es Héctor Rafael Villavicencio Reyes, quien mientras cursaba sus estudios en la UNI, sintió que algo le faltaba para completar su vida. Siempre ha anhelado estudiar Medicina Humana y finalmente decidió seguir sus sueños. "Ahora que finalmente logré ingresar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos siento paz, principalmente paz, ya que sé que esta cruzada que hice al dejar la UNI no fue en vano", expresó Héctor a La República.
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Héctor se preparó durante cinco años para ingresar a San Marcos. Terminó la escuela secundaria en 2018 y después de un año de preparación y dos intentos, logró ingresar a Ingeniería Textil en la UNI. Sin embargo, en su tercer ciclo, tomó la firme determinación de cambiar de carrera. Después de conversar con sus padres y plantearles su deseo de estudiar Medicina en San Marcos, se dedicó por completo a alcanzar su objetivo desde el año 2022.
"Un día antes del examen, estuve muy nervioso porque creí que no lo iba a lograr. Pero, principalmente, la seguridad, tranquilidad y apoyo que me dieron mis familiares fueron clave", expresó a Diario La República. Mencionó que se tardó 5 años para ingresar a la carrera de sus sueños en la Decana de América.
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El método de estudio del joven estudiante de Medicina se caracterizaba por su dedicación y disciplina. Según sus propias palabras, cada hora del día era valiosa para alcanzar su meta, considerando incluso que el descanso adecuado era fundamental para un rendimiento óptimo. A pesar de esto, solo destinaba alrededor de 4 o 5 horas al sueño, utilizando el resto del día para estudiar sus materias. Su rutina incluía salir de la academia alrededor de las 5 p.m. y llegar a su hogar en Carabayllo aproximadamente a las 7 p.m., momento en el que se dedicaba a estudiar hasta altas horas de la noche, llegando incluso a la 1 de la madrugada.
"Yo traté de empezar el examen por los costados, traté de hacer un movimiento de pinzas. Primero hice razonamiento verbal, luego biología, química y luego dejé lo más difícil que era, por lo general, donde hay más densidad de datos, que son geografía, cívica y economía", rememoró el cachimbo.