El fallecimiento de Alexandra Abanto en un accidente laboral revela presunta negligencia en Premium Plast.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl pasado jueves 28 de noviembre, Alexandra Abanto, una ingeniera química de 27 años, perdió la vida en un trágico accidente ocurrido en las instalaciones de la empresa Premium Plast. Según informaron sus familiares, la joven fue golpeada en la cabeza por un tubo de 300 kilos mientras realizaba una tarea asignada. La familia de Alexandra ha exigido una investigación exhaustiva del caso, ya que sospechan que la tragedia se debió a una posible negligencia laboral, al no haberse cumplido con las medidas de seguridad adecuadas en su lugar de trabajo.
Alexandra Abanto había ingresado a Premium Plast como asistente de control de calidad en septiembre de este año. La joven, según sus familiares, no estaba capacitada para realizar las tareas que se le asignaron, las cuales excedían sus funciones en la empresa. El accidente ocurrió entre las 8:30 y 8:40 de la mañana, cuando el tubo de gran peso le cayó encima mientras realizaba una actividad en la planta.
El compañero de vida de Alexandra, Hugo Maihuiri Vargas, relató que, tras recibir la llamada de aviso sobre la tragedia a las 11:00 a.m., llegó al lugar del accidente y encontró la escena desgarradora. "Me llamaron a las 11:00 a.m. para avisarme que Alexandra había muerto. Llegué a la empresa, me serené, no quería tocar nada del lugar, solo ver qué había pasado. Me dijeron que le cayó un rollo de tubería de 300 kilos desde más de dos metros de altura. Yo pude ver su manita debajo de todo eso", narró con angustia Hugo. La falta de auxilio inmediato y la tardanza en el traslado del cuerpo generaron mayor incertidumbre entre los seres queridos de la joven, quienes además denuncian la falta de supervisión y de medidas de seguridad en el sitio.
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Según los familiares de Alexandra, la joven había expresado en múltiples ocasiones su preocupación por las malas condiciones de trabajo en Premium Plast. Aseguran que la empresa la hacía realizar tareas que no correspondían a su puesto, como pintar paredes o limpiar maquinaria especializada, lo que excedía su perfil profesional y ponía en riesgo su integridad. Asimismo, Hugo Maihuiri detalló que el casco de seguridad que Alexandra utilizaba no contaba con el sujetador necesario para evitar que se cayera durante las tareas de riesgo.
"Me decía, ‘yo soy tu luz y siempre voy a ser tu luz, Hugo. Era un ángel para mí’, pero ahora todo está truncado. Teníamos planes de casarnos, de arreglar nuestra casa y pasar las fiestas de Navidad con su tía que venía de España", expresó Hugo, visiblemente afectado. Para la familia, este lamentable accidente refleja una cadena de fallos que apuntan a una posible negligencia por parte de la empresa, desde la falta de protección adecuada hasta el incumplimiento de las normas de seguridad básicas.
La familia de Alexandra también denunció que, tras el fatal accidente, enfrentaron serias dificultades para acceder a las instalaciones de Premium Plast. Según el testimonio de Hugo, los responsables de la empresa impidieron que los familiares y su abogado se acercaran al lugar del accidente, a pesar de la presencia de policía y personal de criminalística. "Nos impidieron el acceso durante más de una hora. No nos daban información clara sobre lo que había pasado. Cuando al fin logramos ingresar, no nos proporcionaron ni el acta del accidente ni el registro preliminar", lamentó Hugo.
La falta de transparencia por parte de la empresa ha aumentado la preocupación de la familia y la comunidad, quienes exigen justicia y esclarecimiento sobre las circunstancias del accidente. A pesar de la presión social, hasta el cierre de esta información, Premium Plast no había proporcionado detalles oficiales sobre el suceso ni tomado medidas visibles para asegurar que hechos como este no se repitan.
La tragedia de Alexandra Abanto pone de manifiesto la importancia de cumplir con las normas de seguridad laboral y capacitar adecuadamente a los trabajadores para prevenir accidentes fatales. Mientras la familia lucha por obtener respuestas, la indignación crece ante la presunta negligencia que pudo haber costado la vida de una joven llena de sueños y proyectos.