Un ataque a balazos a un bus de la línea 47 de Sol de Oro en Los Olivos dejó al conductor herido y generó terror entre los pasajeros.
Únete al canal de Whatsapp de WapaUna noche de terror se vivió en el distrito de Los Olivos el pasado lunes, cuando un bus de transporte público perteneciente a la línea 47 de la empresa Sol de Oro fue víctima de un brutal ataque a balazos. Este hecho ocurrió alrededor de las 10 de la noche, sembrando pánico entre los pasajeros y dejando al conductor herido. Las autoridades ahora investigan este nuevo caso que podría estar vinculado a una red de extorsión.
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El ataque se produjo mientras el bus circulaba con pasajeros a bordo. Según relataron testigos, los agresores se desplazaban en una moto lineal y sin mediar palabra abrieron fuego contra el vehículo. La escena fue caótica: gritos, gente agachándose para protegerse y momentos de angustia que parecieron eternos para los presentes. Cinco impactos de bala perforaron el bus, y una de las balas rozó el brazo del conductor, quien fue trasladado de emergencia al hospital para recibir atención médica.
El conductor del bus, aún impactado por lo sucedido, compartió con medios locales que desde hace tres semanas ha estado recibiendo amenazas en su teléfono celular. “Ya había sido advertido”, aseguró, haciendo referencia a los mensajes que había recibido, pese a las medidas de seguridad impuestas por el Gobierno ante el estado de emergencia.
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Lo más alarmante de este hecho es que ocurrió frente a la Municipalidad de Los Olivos, un lugar que se supone debería ser seguro y vigilado. El ataque fue captado por una cámara de seguridad, y las imágenes ahora forman parte de las investigaciones que la policía está llevando a cabo. Sin embargo, los ciudadanos expresan su frustración, señalando que, a pesar de la evidencia, las autoridades no han tomado medidas efectivas para frenar la creciente ola de violencia y extorsión que afecta a los transportistas y a la comunidad en general.
Este caso es solo uno más en una preocupante serie de incidentes que reflejan el aumento alarmante de la extorsión en el país. Los delincuentes amenazan a conductores y empresarios del transporte público, exigiendo pagos bajo la amenaza de violencia, lo que pone en riesgo la seguridad de todos los ciudadanos.
La empresa de transporte Sol de Oro no tardó en reaccionar. Tras el violento ataque, sus trabajadores tomaron la difícil decisión de no salir en ruta. Una de las trabajadoras declaró a los medios: “Cada día nos levantamos asustados y los pasajeros también arriesgan sus vidas. No hemos salido en ruta”. La medida busca solidarizarse con el conductor herido y exigir protección ante las amenazas que reciben constantemente.
El temor entre los trabajadores de la línea 47 es palpable. Según relataron, esta es la primera vez que uno de sus vehículos es baleado, y muchos conductores, que también son padres y madres de familia, temen por sus vidas y por la seguridad de sus seres queridos. La incertidumbre y la angustia se han convertido en parte de su rutina diaria, en un país donde los casos de extorsión parecen multiplicarse sin control.
Este ataque pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de que las autoridades actúen de manera efectiva para proteger a los ciudadanos. La inseguridad en las calles y la constante amenaza de extorsión están afectando no solo a los transportistas, sino a toda la población que se siente cada vez más vulnerable.
Mientras las investigaciones continúan, el miedo y la incertidumbre se apoderan de aquellos que, día tras día, deben enfrentar la posibilidad de ser las próximas víctimas. Las familias peruanas esperan respuestas y soluciones concretas, antes de que otro acto violento empañe la tranquilidad de las calles.