A los 15 años, el joven italiano Carlo Acutis falleció a causa de una leucemia en 2006. Desde entonces, se hizo acreedor a un milagro al curar de una rara enfermedad a un niño brasileño que acudió a rezarle en 2010, por lo que el Papa Francisco lo beatificará el próximo 10 de octubre.
El Vaticano le atribuyó este milagro sin saber todo lo que estaba por verse. Puesto que, el pasado 1 de octubre, su tumba se abrió al público para que pudieran rezar junto a sus restos.
Así se dejó ver su cadáver por primera vez desde que falleció. Esta imagen se ha vuelto viral por el sorprendente aspecto del cuerpo del joven. Una apariencia incorrupta después de estar sepultado 14 años. Pero, ¿quién fue en realidad este muchacho?
La inclinación religiosa de Carlo Acutis surgió desde muy pequeño. Él nació en Londres, pero a los pocos meses se mudó con su familia a Milán. Allí, la fe y la tecnología distinguían su personalidad.
Acudía todos los días a misa, colaboraba en actividades con el párroco, ayudaba a personas sin hogar, además de luchar contra el acoso escolar.
Tal era su dedicación por el catolicismo y la tecnología que, a su corta edad, llegó a crear una página web dedicada a recoger datos que dieran a conocer milagros por todo el mundo.
En ella, llegó a publicar más de 100, todos ellos aprobados por la Iglesia. A día de hoy, su página sigue activa. Así, se convirtió sin saberlo en un pionero en la unión de catolicismo e Internet y en un ejemplo para futuras generaciones, siendo coloquialmente bautizado como el "ciberapóstol".
Se vocea que más adelante podría ser nombrado como "santo patrón de Internet".
El coronavirus retrasó la ceremonia de beatificación, pero será finalmente el próximo 10 de octubre, cuando tendrá lugar su nombramiento como beato en la Basílica Superior de San Francesco en Asís.