La inocencia de los niños puede causar un momento de tristeza y hasta humillación, pues son seres humanos que en ocasiones no miden el impacto que puede generar unas palabras.
En los últimos días circuló en redes sociales la historia de un pequeño de aproximadamente 10 años que junto a sus amigos se burlaron de una niña de bajos recursos que se dedica a juntar botellas de plástico para luego venderlas y así poder ayudar a su familia con algo de dinero.
LEE MÁS: Esforzado pescador de 40 años estudia primaria por Aprendo en Casa: sueña con ser ingeniero
MIRA TAMBIÉN: Clínicas devolverán dinero de afiliados al SIS y EsSalud que fueron atendidos por COVID-19
La osadía del menor le costó una importante lección que fue aplaudida en todas las redes sociales.
La tía del pequeño imprimió un cartel en el que se podía leer “Vendo chicles porque humillé a una niña de bajos recursos”; la idea era que el pequeño fuera por las calles de Sonora, en México, vendiendo los dulces a las personas que pasaran y además les explicara que se había burlado de una pequeña de su edad, quien desafortunadamente no tiene los mismos privilegios que él.
Al parecer el pequeño se había burlado de la niña sin saber siquiera el esfuerzo que implicaba para ella recoger las botellas de manera diaria. Sin embargo, la realidad es que a esa edad es cuando los menores deben ser educados y corregidos adecuadamente para que sean formados como buenas personas adultas.
TE PUEDE INTERESAR: Hombre asesinó a sus gemelos porque su esposa quería el divorcio: "No los vas a ver más"
Es necesario que todos los seres humanos entiendan que no todos tienen las mismas posibilidades económicas para solventar los gastos del hogar y que tristemente los pequeños también deben trabajar.
La finalidad del castigo fue que el niño entendiera que el ganarse un poco de dinero es cansado, y que se debe de ser educado y respetuoso con todos sin importar su apariencia. Así que de igual forma debió disculparse con la pequeña y entregarle el dinero que ganó de la venta de los chicles.