Según lo decretado por Osiptel, desde el próximo lunes 15 de junio, las operadoras telefónicas podrán iniciar con la suspensión de servicios de los usuarios que mantengan dos o más recibos pendientes de pago, a pesar del estado de emergencia por la COVID-19.
Ante ello, los clientes pueden acceder al fraccionamiento de sus deudas –sin intereses ni moras– o tramitar la migración de sus planes. Y las empresas tienen cinco días hábiles para avisar sobre el corte de servicio en caso no se acojan a esta medida.
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Osiptel informó que hasta el 6 de junio, alrededor de 947 mil líneas móviles fraccionaron sus deudas, de los cuales el 43% correspondían a Movistar.
Aunque a la fecha esta operadora detalló que ya ha prorrateado más de 1,2 millones de recibos (entre líneas fijas y móviles).
Por su parte, desde Claro, Entel y Bitel comunicaron que no harán públicas las cifras sobre el total de recibos fraccionados por sus clientes deudores.
“Corresponde el pago de deudas para volver a la normalidad, y se les ha dado todas las facilidades (a los clientes). Si hay mucha morosidad, no hay forma de seguir prestando el servicio”, dijo a este diario Leonie Roca, presidenta de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN).
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Plazos. Los usuarios pueden fraccionar sus deudas en 3, 6, 9 o 12 meses, según los lineamientos de su proveedora de servicio.
Con información de: La República.