Ser madre es una gran responsabilidad, pero también una etapa en la que experimentamos el crecimiento de un ser nuevo que depende únicamente de nosotras, por lo que, no nos quedará de otra que estar bien a pesar de cualquier cosa.
Tener un hijo es una aventura constante donde podremos vivir y adquirir anécdotas que podrían convertir nuestro tiempo en un momento muy divertido.
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1-. Cuando los hijos se convierten en un despertador. Primero serán los llantos de nuestro bebé, luego quizá sea una travesura o risa fuerte. A medida que va creciendo esto irá cambiando, pero al inicio será todo una aventura porque ya no dormirás igual que antes.
2-. Otro momento muy divertido sucede cuando nuestro bebé empieza a decir sus primeras palabras, pero como todavía no lo pueden pronunciar bien lo dicen de tal forma que nos parecerá totalmente chistoso.
Esto, por supuesto, es uno de los momentos que más disfrutamos cuando vemos crecer a nuestros hijos.
3-. Llegará el momento en el que tu hijo comenzará a corregirte. Ellos adquieren sus conocimientos en base a lo que ven o escuchan, así que, no pretendas hacer algo que está mal porque no se quedarán callados.
Es muy divertido cuando un niño corrige a su mamá o papá. Lo hacen al mismo estilo de un adulto aunque no lo sean. Ellos pueden corregir incluso al mismo estilo que la mamá. No te sorprendas si te regaña tal cual como lo haces tú con él.
4-. Otro punto divertido es su poder de sinceridad, pues no hay persona más sincera que un niño. Ellos no se guardan nada y lo dicen tal cual les parece.
Lo divertido es que son capaces de decir lo que piensan sin darse cuenta del lugar o la situación en la que están, así que, podría hacerte pasar una situación incómoda que a la larga será divertida.
5-. Cuando tu pequeño o pequeña se pone la ropa de mamá o papá. Les parece divertido hacerlo así que no te enfades cuando si es que lo hacen. Tómalo con gracia y juega con ellos. Mientras sean niños buscarán jugar con todo lo que esté a su paso y también imitarán a los mayores.