Ante la inminente llegada de la pandemia a España, una enfermera decidió postergar su jubilación para hacerle frente al nuevo coronavirus.
Ella prefirió quedarse en el centro médico donde viene laborando desde hace más de 38 años para apoyar a sus colegas y amigos a frenar el avance del COVID-19.
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Luego de dos meses de constante lucha, la heroína fue despedida entre una gran ola de aplausos y un merecido homenaje por parte de todos sus compañeros en el hospital español.
El noble gesto de la enfermera fue bien recibido por el personal médico del nosocomio, ya que aprecien de todo corazón que se haya quedado a tratar con pacientes de COVID-19, a pesar de poder irse a descansar a inicios de año.
En su último día de trabajo, incluso el director del hospital se unió al agasajo, quien con un ramo de flores comando la fila que formaron sus colegas para aplaudir y reconocer los años en que la heroína prestó servicio en el hospital, al que ella reconoce como un segundo hogar.
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Entre lágrimas, la enfermera aseguró que seguirá frecuentando el lugar y, sobre todo, continuará visitando a los enfermos, a quienes dedicó gran parte de su vida para conseguir la mejoría de su salud.
La emocionada mujer explicó que, tras culminar su cuarentena correspondiente, podrá disfrutar de tiempo con su familia, ya que antes concentraba toda su atención en sus pacientes.
La cuarentena, en medicina, es un término para describir el aislamiento de personas por consecuencia de una enfermedad, durante un período de tiempo no específico para evitar o limitar el riesgo de que se extienda la mencionada enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud ha afirmado que la enfermedad causada por el coronavirus puede propagarse de persona a persona a través de pequeñas gotas de mucosa de la nariz o la saliva de la boca. También se puede contraer esta enfermedad al tocar objetos o superficies infectados y luego agarrarse los ojos, nariz y boca.