En Colombia, un profesor de la tercera edad fue víctima de una cruel broma por parte de sus alumnos durante una clase virtual.
Fue persuadido de oprimir la combinación de teclas ‘Ctrl y F4’, lo que ocasionó que la ventana de la plataforma donde brinda la clase se cerrara abruptamente, acción que se hizo viral en las redes sociales.
El protagonista de la grabación fue identificado como Humberto de la Cruz, educador de la Institución Universitaria Pascual Bravo, quien fue víctima de una pesada broma, mientras daba una clase a través de videollamada.
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Todo empezó cuando el profesor se encontraba explicando parte del curso; luego uno de los estudiantes le comenta que no logra escuchar lo que está diciendo.
Para “solucionar” el inconveniente, el adolescente le indica lo siguiente: “Profesor, no lo escucho bien, pulse Ctrl + F4 para activar el micrófono”, comando que no sirve para arreglar problemas de sonido, sino para cancelar la ventana que se tiene abierta, dato que ignoraba el adulto mayor.
Tras cumplir con el pedido del joven, la pantalla se fue a negro y solo se escucharon las carcajadas de los demás participantes de la clase. Ante tal incidente, los usuarios reaccionaron de distinta manera: algunos lo tomaron con humor, mientras otros se indignaron por la falta de respeto hacia el pedagogo.
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Después de la broma, el hijo del profesor usó sus redes sociales para emitir su descargo sobre la situación.
“Mi padre es profesor universitario hace muchos años, no ha sido nada fácil para él adaptarse a esta situación extraordinaria, nunca asiste a una clase sin prepararla con rigor y en esta contingencia por COVID-19 se ha exigido mucho más en su preparación, ha trasnochado los últimos días trabajando con dedicación y disciplina para conocer mejor las herramientas digitales; con mucha paciencia mi hermana y yo le hemos ayudado”, señaló.
Finalmente, el pariente del docente, añadió: “Luego del incidente y al explicarle lo que había sucedido realmente, papá se sentó y nos dijo con un profundo dolor y tristeza ‘la educación es el servicio más extraño, la gente la paga y no la quiere recibir’”.
*Con información de La República.