Los bebés no deben usar almohada o podrían correr muchos peligros. Su cuerpo no está apto para usarla y es mejor prevenir. Sus primeros años de vida deben descansar sobre una superficie uniforme sin estar rodeado de otros elementos.
Durante los primeros meses del bebé, ellos tienen un cuello mucho más pequeño que el de un adulto, no están lo suficientemente preparado para sobrellevar una almohada. Esto podría provocar la curvatura de su cuello.
Si un bebé duerme encima de una almohada podría correr el riesgo de sufrir de muerte súbita, ya que, si él voltea podría ahogarse, dado que, no tendría la fuerza suficiente para moverse a su estado normal. Basta con que el oxígeno no llegue a su cerebro e inmediatamente podría morir.
Hay muchos casos de bebés que fallecieron de esta manera. El riesgo que corren cuando son muy pequeños es mucho. Son muy frágiles. Por eso, la Asociación Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría recomiendan no darle almohada al menor.
El recién nacido debe estar recostado sobre una superficie uniforme o una cuna con sábanas. Al inicio es mejor evitar el uso de juguetes suaves, almohadas y peluches.
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En tanto, el lugar donde tu bebé descanse debe estar totalmente libre de objetos. Durante los dos primeros años de vida él debe descansar sin almohada. Recién a partir de esta edad sus hombros serán más grandes y estarán más aptos de permanecer sobre este objeto. Procura usar uno que esté hecho de algodón.