Muchas veces, sin darnos cuenta, acostumbramos a nuestros hijos a cumplir con sus tareas por los premios o regalos que les ofrecemos, esto quiere decir que, ellos realmente lo cumplen por una motivación externa. Sin embargo, no debería ser así, es importante que durante la etapa de su crecimiento aprendan a alcanzar sus objetivos por motivación propia.
Si bien es cierto, darle un premio u obsequio a nuestro pequeño para que hagan las cosas no es completamente malo, pero eso no quiere decir que debamos hacerlo constantemente hasta llegar al punto de acostumbrarlos a ese ritmo.
Reconoce los buenos actos de tus pequeños con amor. No hay nada mejor que ellos aprendan rodeados del cariño de sus padres. Valora el esfuerzo que hagan. No lo presiones, todo depende de la edad que tengan. No es lo mismo el esfuerzo de un niño de 5 que un niño de 10.
A veces, los adultos ponen la valla muy alta y los pequeños se sienten frustrados cuando no lo alcanzan.Del mismo modo, también pueden sentir ansiedad.
Como ya lo dijimos en el párrafo anterior, es importante la edad del pequeño. Pues, debes enseñarle que debe proponerse objetivos que sean aptos para su edad. Objetivos que sí pueda alcanzar.
Trabaja con tu niño actividades que provoquen en el interés de conocer más o profundizar el tema. El deseo de que él investigue más, significa una motivación propia para él, de aprender por su cuenta.
Incorporarlo dentro de las tareas del hogar, hacerlo sentir útil y de esta manera, que aprenda a ser partícipe de las actividades de la casa. Valora su participación, hazle saber tu orgullo sobre él.