No hay duda que los pañales son una buena solución para evitar los “accidentes” que nuestros hijos, en su primera etapa, puedan tener con sus necesidades fisiológicas. Sin embargo, esto no puede durar todo el tiempo.
Llega un tiempo en el que los niños deben dejar los pañales, pero esto no suele ser fácil ni para los padres ni los hijos. Por ello, en las siguientes líneas queremos dejarte algunos consejos para que tu pequeño vaya al baño, señalados por el portal Eres mamá. ¡Atenta y toma nota!
Es importante que los padres tengan en cuenta que no se debe aguardar hasta que el niño anuncie que quiere ir al baño. Esto es muy poco frecuente y ocurre, generalmente, hasta un año después de que se comienzan los ensayos para quitar el pañal. Lo recomendable es sentarlo en la bacinilla o en el adaptador para el retrete e ir creando poco a poco el hábito.
Para que el pequeño pueda dejar el pañal sin mayor dificultad, se requiere poner en el baño un adaptador para el inodoro o comprar el orinal o bacinilla. Si ya conoces las horas en las que el niño orina o defeca, puedes sentarlo en el orinal y acompañarlo mientras lo distraes con canciones.
Asimismo, parte de este proceso de enseñanza es felicitarlo luego de que haya logrado orinar o defecar; eso lo hará sentir animado y orgulloso.
Es importante que el niño pueda entrar al baño acompañado de un adulto y que observe ese espacio como un lugar familiar y recurrente. Como los niños aprenden por imitación, si observan a los padres cuando van al baño, pueden animarse a repetir la hazaña.
Los niños suelen sentirse muy animados cuando ven que pueden usar una nueva prenda de vestir, y que además se ajusta a sus gustos. Cuando les permites elegir la ropa interior que usarán y les hablas de la importancia de llevarla siempre limpia, el niño automáticamente lo asociará con las deposiciones. Así, comenzará a avisar o indicar cuando quiera ir al baño.
Este es un proceso que requiere de mucha paciencia en los padres, por ello, si el pequeño se orina en la ropa interior, no se le debe gritar o reprender. La actitud correcta es cambiarle y limpiarle rápidamente para que no se sienta avergonzado; después, debes animarlo para que lo siga intentando.
Para los primeros ensayos con el niño varón, es mejor comenzar a enseñarle a orinar sentado. Para él será mucho más cómodo; además, puede aprovechar la oportunidad y también defecar.
(Información compartida del portal Eres mamá)