La mayoría de niños que padecen defectos visuales no los comunican directamente por ello, es importante identificarlos a tiempo es la clave para tratarlos correctamente y frenar su desarrollo lo antes posible, pero ¿cómo saber si tu hijo ve bien?
Sabemos que en la mayoría de casos descubrir problemas visuales en los chicos suele ser difícil ya que, debido a que muchos niños (sobre todo si se encuentran en sus primeros años de vida) no manifiestan síntomas o, sencillamente, no saben qué les está pasando.
Por ello, en el siguiente artículo mencionaremos algunas señales para identificar si tu hijo tiene problemas visuales, señalados en el portal TN. ¡Atenta y toma nota!
Esto se puede apreciar tanto en sus elecciones cotidianas y en su sentido de la observación, como en el momento de realizar combinaciones cromáticas. Los problemas visuales relacionados con los colores no tienen que remitir al daltonismo, que es, en sí mismo, una anomalía más compleja.
Es fundamental saber distinguir los problemas de concentración de aquellos que se derivan de las anomalías visuales. En este último caso, se cansan con facilidad y su interés por lo que se les explica va diluyéndose.
Si interactúan de manera asidua con dispositivos electrónicos como smartphones, tablets o teléfonos celulares, será notoria su tendencia a permanecer cerca de las pantallas para no perder detalle de lo que ven o leen.
Algo similar a lo anterior ocurre cuando consultan libros de texto o folios de papel, se acercan más de la cuenta para entender lo que está escrito.
No es que tengan problemas de hiperactividad; sin embargo, estos movimientos tendrían como fin ver mejor los objetos, avisos, textos o, incluso, personas que tienen delante. Con el paso del tiempo, estas se convierten en un hábito.
Esto también es bastante frecuente y lo hacen de manera inconsciente. Lo que intentan decir es que no pueden enfocar ni apreciar lo que tienen en su campo de visión.
Si la anomalía es infecciosa o bacteriana, lo más habitual es que se froten los ojos con frecuencia y parpadeen insistentemente. En fases más avanzadas, el enrojecimiento de los ojos o el lagrimeo constante también pueden ser pruebas irrefutables de que algo no anda bien en la salud visual de los niños.
Cabe mencionar que, si estos problemas visuales en los niños no son detectados a tiempo, puede provocar que aumente los riesgos de sufrir enfermedades como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y otras anomalías.