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17 Sep 2020 | 16:56 h

Trenzas Peruanas, la empresa que promueve el trabajo de las artesanas ayacuchanas

En esta entrevistate contamos sobre Trenzas Peruanas, una empresa social que trabaja conjuntamente con mujeres ayacuchanas.

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    wapa.pe

    Trenzas Peruanas es una empresa social que más allá de dedicarse a la artesanía textil, ve en este rubro la oportunidad perfecta para trabajar en conjunto con mujeres ayacuchanas de zonas vulnerables, con el objetivo de generar desarrollo y mejores condiciones de vida. Wapa.pe habló con José Luis Alvarado, gestor cultural y  fundador de Trenzas Peruanas, para saber más sobre la historia de este proyecto, el impacto que tiene en las comunidades donde trabajan y la importancia de revalorar la artesanía nacional y las personas que la confeccionan.

    ¿Cómo y cuando nació esta iniciativa?

    ‘Trenzas peruanas’ comenzó agosto del 2019, pero el proyecto personal nació hace dos años aproximadamente, en el 2018, cuando trabajaba en una ONG. Para dar sostenibilidad a este nuevo proyecto, se creó un mini taller donde se veían temas como bisutería y otras pequeñas cosas.

    La ONG se quedó sin fondos y ya tenía varias señoras que trabajaban conmigo y muchas veces me llamaban para preguntarme si había un trabajo o actividad. Es ahí donde digo que este proyecto no debe parar y trato de conformar algo más privado, buscar más clientes y más personas que quieran hacer estos trabajos para generar empleo y recursos para este grupo que ya tenía trabajando. Ahí se presenta la oportunidad de trabajar con una empresa que hace tejidos de fibra de alpaca para exportar a Europa y me preguntaron si podía participar con el grupo de mujeres que tenía.

    ¿Las mujeres que trabajan en Trenzas Peruanas pasan por un filtro antes de ser reclutadas?

    El primer filtro que hago antes del trabajo, es que sean artesanas, o si han hecho trabajos de bordados, tejidos, muñequería. Luego busco que la mayoría tenga esta iniciativa o vean esta actividad como ingreso económico para sus hogares, porque me he topado con muchas que lo toman como un pasatiempo y no le prestan la atención adecuada que el trabajo de una empresa requiere. Finalmente, priorizo a mujeres que vivan en situaciones socioeconómicas vulnerables o que hayan sido afectadas por cualquier tipo de problema social; violencia familiar, abandono, etc. Con esos tres criterios hago el filtro para que puedan pertenecer al grupo y una vez que pasan, las capacitamos.

    ¿Con cuántas artesanas trabajan?

    Ahora tenemos un grupo sólido de treinta mujeres y el rango de edades es abierto, porque también hay madres adolescentes que se unen pero son aprendices, entonces tienen que ser monitoreadas por las que ya son expertas. Las expertas las acompañan. Les decimos que pueden trabajar y pueden estar con nosotros para que puedan aprender. Cuando vemos que ya están cogiendo el ritmo, les damos el trabajo; al principio no producirán la misma cantidad que otras ya hacen, pero eso les permite ir generando confianza en ellas mismas para que en un futuro sigan trabajando.

    ¿Cómo es un día típico en Trenzas Peruanas?

    En un día típico (antes de la pandemia), empezamos por la mañana. Nos reunimos en la casa de una de ellas, que sea adecuado para que la líder pueda enseñarles. La profesora les enseña el paso a paso, sacan sus muestras y cuando cada una ya está en la capacidad de producir, le damos el material, controlando el peso y color para que ya puedan trabajar en sus hogares. Luego, nosotros vamos cada semana a verificar cómo van los avances. Más que nada nos reunimos por sus zonas y casi no centralizamos porque sabemos que la mayoría vive en zonas aledañas, entonces que cada una venga desde su lugar al centro puede ser tedioso.

    Ahora con la situación de la pandemia, tenemos bastante cuidado en el tema de bioseguridad. Vamos a sus zonas pero ahora nos juntamos en espacios abiertos, cada una tiene que estar protegida. Es parecido, pero tenemos más cuidado. 

    ¿Qué es lo que quieren impulsar? ¿Cuál es su objetivo?

    Lo mío generar desarrollo social, al menos acá en mi zona de Ayacucho porque veo mucha desigualdad; más que nada por las personas migrantes, quechua hablantes, personas que no tienen las mismas oportunidades que las personas citadinas. Eso para mí es lo más importante, generar desarrollo social y económico para cada mujer.

    También busco que pueda re-valorar el tema cultural y artístico. Ayacucho está considerado como la cuna de artesanos, de cultura y tenemos un montón de artistas. Pero muchos de estos artistas ya son reconocidos en Huamanga y ya pertenecen a otros grupos. Sin embargo, faltan estos pequeños números, en este caso las artesanas que mantienen esta tradición también de generación en generación, pero que no les dan cabida muchas veces porque desconocen o por el tema de la distancia. Quiero hacer un gestor cultural a nivel de todo esto, de todas estas pequeñas voces que no son escuchadas.

    Cada vez vemos que técnicas como el bordado ayacuchano están ganando más visibilidad en la moda y otros rubros. ¿Por qué es importante revalorar lo nuestro?

    Pienso que como peruanos deberíamos tener más aceptación y no tener clasismo o racismo por los tipos de trabajo que se hacen. Hay que darle vuelta a esa página. Quiero revalorar las diferentes técnicas que manejamos, que entiendan que hay mujeres acá que necesitan mostrar su arte.

    Ya hay gente que está empezando a valorar esto y como vemos que hay un mercado potencial, con este grupo de mujeres estamos tratando de darles charlas, sensibilizaciones, hacerles entender que  su trabajo no solamente es que una empresa venga, te tome de mano de obra y ya. Sino que la empresa reconozca el comercio justo, que las reconozca a ellas como artesanas, como mujeres, madres, esposas, como un soporte más al hogar. Que estas mujeres no se sientan sumergidas en el machismo. Que se empoderen y sean líderes para que formen este microcosmos en sus familias y generen réplicas en sus vecindades.

    ¿Ya han podido trabajar con empresas nacionales o internacionales?

    Cuando la ONG se quedó sin fondos, me llamó una empresa Belga de acá en Huamanga, que trabaja haciendo exportaciones de tejido de alpaca, para preguntarme si podía trabajar de tercerización. Me contacté con las madres, les dije las condiciones en que trabajamos y bueno. Empezamos con nuestros primeros tejidos, les gustaron y nuevamente estamos trabajando con ellos. Sería bueno trabajar con más empresas para que las madres estén operativas todo el año y puedan generar ingresos.

    ¿Trenzas Peruanas también realiza encomiendas?

    Sí. Antes de aceptar un pedido se evalúa el tiempo, los costos y la materia prima y de acuerdo a eso se da una respuesta. Pero claro, se pueden hacer encomiendas. Hay personas que nos dicen que les gustaría que les bordemos un polo o una prenda, entonces nos envían su prenda, lo bordamos y se lo devolvemos, porque también queremos generar confianza en ese aspecto.