Los Reyes prosiguen con su frenética agenda en estas inusuales vacaciones, que no lo son tanto, en las Islas Baleares. En esta ocasión, y después de visitar la localidad mallorquina de Petra y el barrio palmesano de Son Roca, ha llegado el turno de Menorca, a donde Don Felipe y Doña Letizia se han desplazado para promover el turismo en la isla.
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Sin la compañía de sus hijas en esta ocasión, la Reina ha vuelto a acaparar todo el protagonismo de la visita. Y es que doña Letizia, consciente de que iba a acaparar nuevamente todas las miradas ante la ausencia de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, nos ha vuelto a enamorar con su look.
La monarca ha aterrizado en Menorca con un estilismo de lo más juvenil y favorecedor, ideal para una jornada calurosa y acorde al espíritu boho-chic de las Islas Baleares. Un vestido midi blanco con calados, con corte imperio y original caída, que le sentaba como un guante.
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Como complementos, doña Letizia ha vuelto a optar por sus adoradas alpargatas blancas - tan cómodas como vestidoras - y su bolso fetiche durante sus tradicionales vacaciones en Palma, con el que ha vuelto a hacer un guiño a la artesanía local. Y es que si el lunes, en Petra, la veíamos con un bolso de la llamada "robe de llengües" (tela de lenguas) mallorquina en color blanco y rojo, en esta ocasión lo ha lucido en color azul y blanco. Un complemento, por cierto, que ya lució hace un año, en su tradicional posado veraniego con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Con información de Europa Press