Un rostro suave y terso está acompañado por un cuidado prolijo de la piel. Y más allá de los productos y cosméticos que a veces compramos para mantener limpio nuestro cutis, no debemos olvidar que la sabia naturaleza nos ha regalado ingredientes naturales que son tan útiles y efectivos como los que podemos conseguir en las tiendas de belleza.
Y, claro, para saber dónde y cómo aplicar estos productos de acuerdo a nuestro tipo de piel debemos conocer los beneficios que poseen. Casi siempre los tenemos a la mano, ya sea en una despensa o en el refrigerador y por ello debemos sacarle el máximo provecho.
Un producto que usamos con mucha frecuencia en el desayuno funciona muy bien como antioxidante pues tiene una acción calmante que ayuda en casos de irritación de la piel. Y no olvidemos que es un gran exfoliante que ayuda a eliminar la suciedad que se acumula en los poros.
Este delicioso fruto que nos brindan las abejas es un poderoso hidratante gracias a las enzimas naturales que posee. Es excelente para reducir cualquier tipo de inflamación y, además, previene la aparición de granitos. En suma, jamás dejes que falte miel en tu hogar.
La palta pertenece al grupo que nos aporta las grasas buenas. Por ello, es un gran antioxidante por su alto contenido en vitaminas A, C y E que ayuda a prevenir las arruga y un excelente hidratante que podemos aplicar en las partes secas de nuestra piel.
No olvides wapa que es sumamente importante que acudes siempre a un dermatólogo para conocer el tipo de piel que tienes y así puedas saber qué productos son los más adecuados para ti.