Hasta principios de la década de 1990 la taricaya, especie emblemática de la Amazonía peruana, se encontraba al borde de la extinción. La hermosa tortuga era víctima de los traficantes de fauna silvestre que lo comercializaban impunemente, pero gracias al trabajo articulado entre el Estado y las comunidades indígenas se logró revertir este peligro.
El resultado a la fecha es prometedor, ahora las taricayas viven en adecuadas condiciones de conservación y forman parte de los atractivos del turismo vivencial en ámbito de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, en Loreto.
Así lo resaltó el Ministerio del Ambiente (Minam) que afirmó que en virtud de la labor conservacionista de las comunidades asentadas en dicha zona del país, se ha logrado recuperar en cerca del 3.000 % la población de esta variedad de quelonio (tortugas); ello como parte del Programa de Manejo Sostenible de Taricaya implementado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Sostuvo que el rol de esas comunidades indígenas es decisivo y protagónico, tanto así que actualmente el manejo de taricaya es una de las principales actividades económicas para las 492 familias organizadas y formalizadas en 43 grupos de manejo reconocidos por el Sernanp, llegando a generar ingresos por 3,5 millones de soles al año, aproximadamente.
Gracias a ello, cada año se logra liberar a su hábitat natural a más de 600.000 taricayas en los ríos y cochas de la citada reserva, contribuyendo de esa manera a su recuperación no solo en el ámbito de esta área natural protegida sino también en toda la Amazonía peruana.
El Minam resaltó que ahora, todos podemos ser parte de una gran cruzada por la conservación de la mencionada especie de nuestra fauna, a través de la iniciativa "Apadrina una taricaya, conserva Pacaya", liderada por el Sernanp.
Manifestó que esta acción tiene como objetivo brindar una oportunidad para que todos podamos contribuir con esta iniciativa de conservación de la taricaya y apoyar a las familias que, a través de una actividad sostenible y responsable, son los principales gestores de su recuperación.
Con información de Andina.