Un tapir andino, un animal considerado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en peligro de extinción, fue avistada en el área de conservación ambiental "Paramos y bosques de neblina de Cachiaco y San Pablo, Pacaipampa", en Piura.
El hallazgo del tapir andino (Tapirus pinchaque) se logró gracias a las cámaras trampa instaladas hace un mes en esta área de conservación ambiental ubicada en la provincia de Ayabaca, en la sierra de Piura.
Las cámaras trampa fueron instaladas por el Fondo del Agua Quiroz Chira, Naturaleza y Cultura Internacional, la Municipalidad Distrital de Pacaipampa y las comunidades locales ubicadas dentro del ámbito de la zona ambiental para monitorear la fauna.
En el mundo existen solo cinco especies de tapir y en el Perú habitan dos de ellas, el tapir andino (Tapirus pinchaque) y el amazónico o sachavaca (Tapirus terrestris), ambas de relevancia sociocultural, biológica y económica desde el Perú precolombino.
El tapir andino, llamado también tapir de montaña, danta o pinchaque, es el más pequeño y quizás el menos estudiado de las dos especies presentes en el Perú. Se distribuye en los bosques montanos y páramos de Colombia, Ecuador y el norte de Perú, entre los 2,000 y 4,000 metros sobre el nivel del mar, en los bosques montanos y páramos de las regiones Piura y Cajamarca.
En 2018 el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) aprobó el Plan Nacional de Conservación del Tapir Andino. El documento estima que existe una población de 2,500 individuos dentro de un rango de 3,000 kilómetros cuadrados de hábitat disponible para esta especie entre Colombia y el norte del Perú.
La importancia del tapir andino radica en que esta especie es un potencial dispersor de semillas, y es clave para el mantenimiento de la estructura natural de los ecosistemas de alta montaña.
Los estudios han evidenciado que se alimenta de hasta 264 especies y es potencialmente dispersor de por lo menos 50 especies de flora, proveyendo además un sustrato adecuado a los suelos donde habita y generando senderos para otras especies de fauna.
Es por ello que se considera a esta especie como clave para el mantenimiento de la estructura de los ecosistemas de alta montaña en el norte del Perú.
Por su importante rol en el ecosistema y dado que su ámbito de hogar es amplio, el tapir es considerado una “especie paraguas”, dado que su conservación puede beneficiar a muchas otras especies en su ámbito de distribución.
Cabe mencionar que el deterioro de su hábitat por perturbaciones antrópicas como la tala, quema y cacería, son algunas de las amenazas que este animal enfrenta. Los impactos continuos en un área ocupada por la especie pueden causar el abandono de la misma.