El oído de los perros es mucho más sensible que el de los humanos. Ellos pueden escuchar y captar sonidos que nosotros no podemos percibir. Esto se da por la estructura de sus orejas y a todas sus células auditivas.
Cada raza de perro presenta una estructura diferente, por ejemplo, los cocker spaniel tienen orejas muy singulares y no pueden oír de la misma manera que las otras razas. Otro dato bastante importante es que algunos perros podrían quedarse sordos en sus años de vejez, mientras que otros no.
Los caninos merecen un cuidado súper especial cuando se trata de oídos. Por ello, es muy importante que procures limpiar sus orejitas cada cierto tiempo.
Muchas personas creen que al bañarlos estamos cumpliendo con los requisitos de limpieza, pero nuestros peludos necesitan una limpieza de orejas todas las semanas. Incluso, muchos especialistas indican que se debería dar dos veces para mantener sano el canal auditivo del perro.
Limpiarles las orejas a los caninos no es para nada difícil. Si tu perrito tiene suciedad, cera u otra clase de sustancia, tenemos que sacarla lo antes posible, pero si tiene bacterias, o parásitos es importante llevarlo al veterinario de inmediato.
Lo primero que debes hacer es inspeccionar la zona auditiva de tu can. Si está de color rosado suave y solo presenta suciedad, tu perro está sanito. Empezamos limpiando con un algodón de manera muy suave.
Es importante preguntarle al doctor sobre algún líquido especial para la limpieza. Si tenemos esta sustancia, empapamos el algodón y de forma muy delicada pasamos por su orejita.
Es importante que no goteé nada dentro de la oreja del animal. Cuando hayas finalizado, pasamos algodón o gaza para quitar el exceso de humedad.
La limpieza de las orejas es muy importante, pues si no se asea con regularidad se podría tapar el canal auditivo.