A simple vista parecen solo marcas, pero esas líneas en tus uñas podrían ser señales silenciosas de que algo anda mal en tu salud. Y no, no siempre tienen que ver con belleza o envejecimiento.
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Tal vez un día te miraste las manos y notaste algo extraño: líneas finas que recorren tus uñas de forma vertical u horizontal. Aunque a veces se relacionan con el uso frecuente de esmaltes, uñas postizas o tratamientos estéticos, no siempre se trata de un daño superficial.
Las uñas, al igual que la piel y el cabello, pueden reflejar cambios internos en el cuerpo. Rayas, manchas, surcos y cambios de textura o color pueden ser síntomas tempranos de deficiencias nutricionales o incluso enfermedades más serias.
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Entre los factores más frecuentes que pueden causar estas líneas están:
Pero cuando estos surcos aparecen de forma repentina o se hacen más notorios, pueden estar relacionados con condiciones médicas que no deberías ignorar.
Uno de los tipos más conocidos de surcos es lo que se conoce como "líneas de Beau": marcas transversales que se forman cuando el crecimiento de la uña se detiene temporalmente. ¿Por qué sucede esto? La respuesta puede ser preocupante.
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Según Mayo Clinic, estas líneas pueden aparecer tras una enfermedad o evento que haya estresado al cuerpo, como:
Y eso no es todo. Cambios más marcados en las uñas también podrían estar relacionados con enfermedades renales o hepáticas, según advierte Cleveland Clinic.
Por ejemplo:
Si notas que tus uñas cambian de forma, color o textura especialmente si aparecen líneas gruesas, manchas oscuras o si comienzan a romperse con facilidad, es momento de consultar a un médico.
No te alarmes, pero tampoco lo ignores: el cuerpo tiene formas sutiles de pedir ayuda, y las uñas pueden ser una de ellas. Escucharlas a tiempo puede marcar la diferencia entre una simple recomendación nutricional y un tratamiento médico más complejo.