Muchas amas de casa cuando van al mercado entran en un gran dilema al escoger el color del pollo.
Únete al canal de Whatsapp de Wapa Al momento de elegir pollo en los mercados, la decisión entre el pollo amarillo y el pollo blanco puede resultar confusa para muchas amas de casa y consumidores. Ambos tipos de pollo son populares en la cocina, pero tienen diferencias en sabor, textura y valor nutricional que pueden influir en la elección del comprador.
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El pollo blanco, conocido por su carne más magra y textura suave, suele ser preferido en preparaciones que requieren una cocción rápida. Este tipo de pollo se cría en condiciones controladas, lo que resulta en un sabor más neutro, ideal para quienes buscan una base versátil para diversos platillos. Además, su menor contenido de grasa puede ser un factor atractivo para quienes siguen dietas bajas en calorías.
Por otro lado, el pollo amarillo, también conocido como pollo de campo o criollo, se caracteriza por su piel más gruesa y un sabor más intenso. Esto se debe a su alimentación, que incluye granos y hierbas, lo que le proporciona un perfil nutricional diferente y un sabor más robusto. Este tipo de pollo es valorado por muchos chefs y aficionados a la cocina por su capacidad para realzar el sabor de los platillos tradicionales.
Desde el punto de vista nutricional, ambos tipos de pollo ofrecen beneficios. El pollo blanco, al ser más magro, es ideal para quienes buscan reducir su ingesta de grasas. En cambio, el pollo amarillo, aunque contiene más grasa, también aporta una mayor cantidad de ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular. La elección dependerá, en gran medida, de las necesidades dietéticas y preferencias personales de cada consumidor.
En conclusión, tanto el pollo amarillo como el blanco tienen sus ventajas y desventajas. La elección entre uno y otro dependerá de las necesidades culinarias y nutricionales de cada persona. Al final, lo importante es optar por un pollo de buena calidad, independientemente del tipo, para garantizar una alimentación saludable y deliciosa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los consumidores que tengan precaución al elegir entre el pollo amarillo y el blanco, ya que ambos pueden presentar diferentes niveles de nutrientes y riesgos sanitarios. Además, la OMS subraya la importancia de garantizar que el pollo, independientemente de su color, sea adquirido de fuentes seguras y se cocine adecuadamente para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
Se recomienda verificar la frescura del producto y asegurarse de que provenga de productores que sigan buenas prácticas de higiene. La adecuada manipulación y cocción del pollo son cruciales para minimizar el riesgo de infecciones bacterianas, como Salmonella o Campylobacter, que pueden tener consecuencias graves para la salud.