Un joven que buscaba relacionarse a través de aplicativos y redes sociales, jamás se imaginó que iba a ser víctima de una gran estafa que le costaría perder el auto de su padre.
Ambos se conocieron por internet y el joven ingeniero citó a Andrea para pasear, sin saber que ella tenía otros planes nada agradables para él.
Los estrenados amigos de Facebook, fueron a pasear, luego la víctima identificada como Luis Herrera C. (22), le mencionó que iría a un encuentro de fútbol con sus amigos y ella le dijo que lo acompañaría.
Tras la pichanguita, Luis se percató que su nueva amiga, ya no estaba, fue al lugar donde dejó el auto de su papá estacionado y ya no estaba.
Al observar las cámaras de seguridad, el ingeniero descubrió que la joven robó el carro de placa C7D- 426, marca Kia. La denuncia del robo fue presentada en la comisaría de Concepción.
El agraviado, refirió que pidió prestado el vehículo a su padre para salir en compañía de la mujer que se identificó como Andrea Rojas, a quien conoció hace una semana.
La recogió en el parque principal de Concepción, luego fueron a la losa deportiva del Jr. Dos de Mayo N°459, en cuyo frontis estacionó el vehículo de placa C7D-426.
La supuesta ladrona identificada como Andrea tenía una mochila donde estaban las llaves del auto y se las llevó. A las 23:00 horas, Luis Herrera, salió y ya no estaba su vehículo.
Las cámaras de video vigilancia del local revelaron que la fémina sale del local, y se encuentra con un varón y ambos escapan juntos en el vehículo de placa C7D- 426.
La Policía realiza las diligencias para ubicar la unidad hurtada por la astuta fémina que habría seducido al ingeniero con fines ilícitos. La unidad de robo de vehículos de Huancayo, también realiza la búsqueda del automóvil.
En la inmensidad de Internet, las aplicaciones y herramientas sociales para encontrar pareja se han convertido en un fenómeno entre gente de todas las edades y nacionalidades. La esfera online es cada vez más utilizada para buscar media naranja, aunque, como en el mundo real, no todas las intenciones son buenas.
Porque tener el corazón abierto al amor implica el deber de tener los ojos igualmente abiertos para poder detectar a posibles estafadores y extorsionadores que, aun estando detrás de una pantalla, resultan muy habilidosos para engañar y manipular a sus víctimas.
Por ello, y aunque siempre hay que emplear la tecnología con responsabilidad, en las apps y plataformas de ligue conviene tener especial cautela y estar, como lo estamos en el mundo real, siempre alerta ante los peligros.
Los cibercriminales han encontrado en este tipo de redes sociales un escenario para captar víctimas, y así lo demuestra el gran aumento de las denuncias enmarcadas en la ciberestafa amorosa, cuyo fin es dejar a la víctima sin amor y sin dinero.