La uva y los grandes beneficios nutricionales con el que se crea el vino

La celebración de la vendimia en nuestro país no solo rinde homenaje a la fructífera cosecha en las zonas productoras, sino que brinda la ocasión de conocer los beneficios de consumir este fruto entero como parte de una dieta balanceada que contribuye a mejorar la calidad nutricional y tener un organismo sano.

A continuación, conoce las propiedades nutricionales de este fruto catalogado como un superalimento y que el Perú lo exporta en gran cantidad. ¡Atenta y toma nota!

En la uva destaca la presencia de vitamina K, conocida como la vitamina de la coagulación, porque sin ella la sangre no coagularía y el organismo no podría repararse normalmente en caso de sufrir heridas.

Algunos estudios sugieren que la vitamina C que contiene la uva ayuda a mantener los huesos fuertes en los adultos mayores. Una ración de uvas de un tamaño similar a una taza (151 gramos) contiene el 18% de las necesidades diarias de vitamina K.

Además, la uva contiene antioxidantes presentes en su piel o cubierta, lo que contribuye a combatir la acción de los radicales libres que provocan daño celular y el envejecimiento. Al igual que otros frutos de color morado o azulado, la uva posee un fotoprotector que protege la piel de la acción nociva de la radiación ultravioleta que contienen los rayos solares.

Otros nutrientes presentes en las uvas son magnesio, calcio, hierro, vitamina C, fibra, carbohidratos, proteína, y aporta un total de 67 kilocalorías por cada 100 gramos.

Cuando la uva se transforma en vino, ocurre que se genera una sustancia química natural llamada taninos que procede de las partes más sólidas del racimo de la uva (piel, hollejo, pepitas) y/o de la madera de las barricas, siendo más abundantes en los vinos tintos que en los blancos.

La maduración y suavización de los taninos es uno de los procesos más importantes en la evolución de un vino, dado que de ella depende en gran parte la calidad final de un vino.

Los taninos son sustancias químicas naturales cuyo compuesto, conocido como polifenol, incluye entre otros elementos los pigmentos responsables del color o antocianos, especialmente en los vinos tintos y rosados.

Su presencia en la boca es fácilmente reconocible, dado que se presentan de forma agresiva, ofreciendo una sensación secante y vegetal, que aparece en las encías y el paladar.