Cuatro razones por las que los hombres infieles no dejan a sus esposas tras una aventura

En pleno siglo XXI el verdadero concepto del amor ha sido cambiado. La infidelidad se ha convertido en algo normal en las relaciones de pareja y matrimonios. Según un estudio en Estados Unidos, el 53% de matrimonios terminan en divorcios, mientras el 41% de parejas que han seguido juntas han admitido que han perdonado algún tipo de infidelidad.

Lo anecdótico de este hecho no es solamente lo común que se ha convertido ser infiel en una relación, sino que los varones sigan con sus parejas a pesar de todas las aventuras que han tenido. Las principales razones son las siguientes:

Si bien cuando se sabe de una infidelidad en un matrimonio la solución más viable sería el divorcio porque ya no existe confianza en la pareja, muchos hombres no aceptan esa idea porque saben que puede tornarse en un proceso bastante complejo y largo. No es por amor a su pareja, sino porque quieren evitarse problemas y seguir una doble vida.

No hay excusa alguna para ser infiel, sin embargo quienes lo han sido argumentaron que era por la rutina. A pesar de tener una aventura, se sienten muy bien y estables en su relación o con su pareja. Ya tienen todo lo que quieren y como saben que la esposa les perdonarán reinciden en sus amoríos extramaritales.

Cuando una persona es infiel es porque realmente no ama a su pareja. Sin embargo, el amor por sus hijos jamás acabará. Por ello en muchas ocasiones siguen con sus esposas o parejas para no perder contacto con sus primogénitos.

Cuando una persona comienza a ser infiel jamás ve como algo serio a sus aventuras. Lo que prefiere hacer es no involucrarse con nadie seriamente para poder seguir  con sus amoríos a diestra y siniestra. Siguen con sus parejas porque necesitan un lugar donde descansar después de tanto ajetreo.