La discoteca en Perú donde el diablo apareció y se convirtió en leyenda

San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado de Lima, esconde oscuros secretos. Detrás de su bullicio, circulan mitos y leyendas que aún aterrorizan a sus habitantes. Uno de los más inquietantes es el enigma de la desaparecida discoteca Señor Botija, en Canto Grande, y su siniestra conexión con la aparición del diablo durante una de sus últimas fiestas.

Vecinos aseguran que, hace más de 15 años, el diablo se manifestó en ese local, cobrando la vida de una persona en un trágico suceso que aún permanece envuelto en misterio. Atrévete a conocer la leyenda urbana que dejó una huella de horror en San Juan de Lurigancho.

Asistentes de la extinta discoteca Señor Botija, una vez epicentro de la noche en San Juan de Lurigancho, relatan un aterrador suceso. Un hombre de apariencia cautivadora entró al local, capturando la atención de una joven con sus ojos hipnotizantes. Pero lo que comenzó como una danza seductora se tornó en horror.

Tras algunos bailes, la joven observó un escalofriante cambio: las piernas del hombre se transformaron en grotescas patas de cabra. Los gritos de la muchacha resonaron en el club, interrumpiendo la música. De repente, las luces se apagaron. Cuando volvieron a encenderse, el apuesto extraño había desaparecido, y la joven yacía sin vida en el suelo.

La pista que sonaba era “El señor de la noche” de Don Omar, un eco inquietante de lo que había ocurrido. Las versiones sobre el desenlace son variadas: algunos dicen que el hombre la llevó al baño para asesinarla, otros sostienen que se desmayó por drogas y fue asistida. Sin embargo, todos coinciden en que la canción de Don Omar resonó esa fatídica noche.

La leyenda del 'diablo' en la discoteca se propagó como un virus, aterrando a los vecinos y llevando al cierre del famoso club. Hoy, su eco aún resuena más allá de San Juan de Lurigancho, perpetuando un misterio que nunca se resolverá.

La leyenda del 'diablo' que aterrorizó a San Juan de Lurigancho se remonta a 2006, pero los vecinos han alimentado el misterio con una inquietante teoría: la aparición tuvo lugar en una fiesta celebrada en Viernes Santo de ese año en la discoteca Señor Botija. Sin embargo, la falta de una fecha oficial solo añade más sombras a este aterrador relato. ¿Fue realmente una noche de celebración, o la oscuridad se adueñó del local en un evento que marcó a toda una comunidad? El enigma persiste, dejando a todos con la pregunta: ¿Qué ocurrió realmente aquella noche?