¡Una pesadilla! Así ha catalogado un hombre chino su vida de casado junto a su esposa, quien hasta antes de contraer nupcias era muy aseada, sin embargo todo empeoro después de la boda.
Un hombre consiguió que un juez fallara a su favor cuando solicitó el divorcio luego de descubrir que su esposa, que se apellida Lin, sólo se baña una vez al año y ocasionalmente se cepilla los dientes. ¡No es broma wapas!
El hecho sucedió en New Taipéi, China donde el Tribunal de Distrito escuchó sus argumentos y los abogados afirmaron que su cliente había sufrido tortura psicológica al verse forzado a permanecer al lado de la mujer. Según lo que alega el demandante, la joven solía asearse cuando eran novios, pero todo empeoró después de la boda.
En sus declaraciones dijo: “Sus duchas comenzaron a volverse mensuales y luego no se duchaba, por eso no teníamos sexo. También me arrebató el derecho a tener un hijo”
La lamentable situación se prolongó varios años hasta que en 2015 el afectado logró abandonar el hogar y tiempo después la mujer lo busco para exigirle que regrese. No obstante y para fortuna del hombre, el juez aseguró que tras una separación de 24 meses, la relación difícilmente funcionaria.
Adicional a eso la mujer obligó al hombre a renunciar a su trabajo, pues como él trabajaba de vigilante ella catalogó el empleo como “indigno” y le dijo que mejor se dedicará a cuidar a su padre.