Una bacteria devoró el rostro de este perrito, pero un niño de cinco años le salvó la vida
El pequeño encontró a la mascota en condiciones deplorables y estaba dentro de un agujero en una construcción.
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¡Hermoso gesto! En estos tiempos es normal encontrar diversas noticias en las redes sociales y algunas nos hacen enfadar y otras volver a creer en el ser humano y este es el caso de un niño de cinco años que encontró a un perrito con el rostro destrozado y sin pensarlo dos veces el niño pidió a sus padres que ayudarán al indefenso animal.
Esta historia la dio a conocer la organización India Animal Aid Unlimited, ya que el caso de la mascota llegó a sus manos gracias a este pequeño. El indefenso animal padecía de una terrible infección que le dejó un gigantesco hoyo en la nariz.
El pequeño encontró a la mascota en condiciones deplorables y estaba dentro de un agujero en una construcción. Su estado era tan grave que no le vieron muchas posibilidades de sobrevivir, ya que debido a que la herida se le infecto la nariz se le llenó de gusanos y las larvas le comieron parte del rostro.
Todos coincidían en que quizás lo mejor era acabar con su vida y evitarle más sufrimiento, pero por fortuna los colaboradores de buen corazón de Animal Aid Unlimited, conmovidos por el espíritu de lucha de este valiente animalito, decidieron ayudarlo.
Al revisar a la mascota, los veterinarios constataron el grave daño que le habían causado los insectos y consideraron que su estado de salud era realmente crítico.
Para curarlo lo durmieron con anestesia, quitaron los gusanos y desinfectaron el área por completo. Por suerte los cuidados llegaron a tiempo para evitar que se presentara la gangrena.
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Después de que lo limpiaron, lo cuidaron y alimentaron. No sabían si el animal podría recuperarse. Así que sólo quedaba esperar.
Gracias a la atención profesional de los veterinarios, verdaderamente comprometidos, y al amor de todos los que cuidaron de este perrito, al cual llamaron “Kalu”, la nueva mascota de la organización sanó de maravilla. A pesar de que perdió un ojo, la felicidad se refleja en su cara.