La unidad de rehabilitación cardiaca del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) de EsSalud recomienda a los pacientes que han sufrido un infarto que para prevenir un nuevo evento cardiaco hay que poner en práctica hábitos saludables y controlar los factores de riesgo.
La doctora Jessica Espinoza, médica de Rehabilitación Cardiaca del INCOR, explica los cuidados y hábitos que deben seguir los pacientes infartados luego que han sido dados de alta.
“Lo primero es controlar su perfil lipídico y mantener el colesterol en menos de 55 mg / dL. También verificar que la hipertensión arterial esté entre 120 y 130. Si es diabético, tiene que supervisar su nivel de glucosa”, subraya la cardióloga.
“Lo prioritario, junto con el medicamento, es el ejercicio físico. Realizar caminatas en un primer momento por 15 minutos y dos veces al día. Posteriormente, ir aumentando a 40 o 60 minutos por día, de lunes a sábado”, añade Espinoza.
Prevenir un infarto y las enfermedades cardiacas, en general, está relacionado con el control de los factores de riesgo. La hipertensión, la deslipidemia, la obesidad o el sedentarismo, aumentan el riesgo de una enfermedad cardiovascular.
Es por ello la importancia de una alimentación balanceada, realizar ejercicios, evitar el consumo de alcohol y tabaco, e ir a los controles médicos.
“Nosotros recibimos mensualmente cerca de 60 a 70 pacientes en el gimnasio, de los cuales el 50 % tienen de enfermedad de cardiopatía por arterioesclerosis. Es decir, han hecho un infarto o han tenido un procedimiento donde se le ha diagnosticado obstrucción en la arteria, y se le ha colocado un stent”, explica la cardióloga.
El infarto es una obstrucción de la irrigación sanguínea al corazón, y se pueden clasificar en cinco tipos.
El más común es el tipo 1, producido por la trombosis de una arteria, mientras que el tipo 2 se debe al desbalance entre el oxígeno y la célula del miocardio.
El tipo 3 produce una muerte súbita, mientras que el tipo 4 se puede producir cuando el paciente está en medio de un procedimiento intervencionista como una angioplastia. Finalmente, el infarto tipo 5 se produce en una cirugía cardiaca.
Es importante reconocer que el principal síntoma que produce un infarto es el dolor súbito en el pecho, que puede estar acompañado de náuseas y sudoración. Si persiste por 20 minutos, la persona debe ir inmediatamente a emergencias del centro de salud más de cercano.
Una vez que el paciente ingresa al centro de salud, se le realiza un electrocardiograma, y el médico evalúa si lo trata con un medicamento especial o si requiere un procedimiento intervencionista o una cirugía cardiaca.
El Instituto Nacional Cardiovascular atiende entre 3 a 4 infartos complejos al día, y lleva a cabo más de 2 500 procedimientos de cardiología intervencionista al año para tratar a los asegurados con graves enfermedades al corazón.