La alimentación es fundamental para mejorar el sistema inmune de un paciente oncológico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que la dieta saludable ayuda a proteger de cualquier tipo de malnutrición.
Además, esto permitirá que el tejido del cuerpo que va envejeciendo sea reemplazado por uno nuevo. Fruto de ello, hará posible un mejor soporte contra los efectos que provocan la quimioterapia y radioterapia.
“Uno de cada cinco pacientes diagnosticados con la enfermedad tiene relación con una nutrición inadecuada, acompañado de exceso de peso y consumo de alcohol. Por lo tanto, es importante armar un programa de alimentación adecuado y que el paciente con cáncer sea responsable de cumplirlo”, comentó Yan Carlos Vargas Caycho, médico Radio Oncólogo y director de Oncomoedic.
Agregó: “La vitamina C, la vitamina D, Zinc, magnesio, selenio, entre otros; deben ser aportados diariamente como parte de un programa nutricional especial para fortalecer el sistema inmune, mejorará la respuesta al cáncer y evitará infecciones asociadas”.
Existen componentes tóxicos y dañinos que por desconocimiento los encontramos también en algunas preparaciones de alimentos, como hidrocarburos aromáticos policíclicos, las aminas heterocíclicas, las grasas trans, la acrilamida, entre otros, que muchas veces actúan como agentes carcinógenos (sustancias que pueden generar cáncer), y los ingerimos.
Durante el tratamiento contra el cáncer, con radioterapia y/o con quimioterapia, existe un daño al tumor, lo cual pone en riesgo también a las células sanas. La quimioterapia a nivel sistémico produce daños a nivel digestivo que se evidencian en náuseas, vómitos, dolor de abdomen, mala digestión y diarreas, adicionalmente cansancio y caída de cabello.
En cuanto a radioterapia, el tejido alrededor del tumor que es irradiado también se ve afectado por todo el recorrido del haz de la radiación por la piel. Bastante tolerable en algunos casos, pero con toxicidades graves en otros.
El doctor Vargas Caycho dio más detalles. “Si se va a producir daño al tejido sano como parte del tratamiento, lo ideal es tener un Programa de Alimentación y Suplementación Nutricional Especial para satisfacer las demandas normales del día a día (energía y envejecimiento) y adicionalmente contrarrestar los efectos del tratamiento (daño al tejido sano)”, indicó.