Los niños de 5 a 11 años podrán recibir su primera dosis contra la COVID-19 en los próximos días. Como se recuerda, este grupo etario recibirá el fármaco del laboratorio Pfizer, el cual solo aplica un tercio de lo que reciben los adultos.
La ampliación del grupo etario hasta los niños de 5 años responde a su vez al retorno a clases del 2022, de este modo los pequeños podrán contar con las dosis necesarias para un retorno seguro a las aulas.
Al respecto, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, aseguró que el primer lote llegará el 18 de enero al territorio peruano. Es por ello que se prevé que desde la tercera semana de enero y durante todo febrero el sector salud se enfocará en su inmunización.
Es importante mencionar que, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el país existen 3,3 millones de niños y niñas de 6 a 11 años. Asimismo, en total hay 9,6 millones de menores de 17 años en el país, población que deberá ser inmunizada para el retorno a clases.
Los niños del rango etario de 5 a 11 pueden contraer la efermedad al igual que los adultos, pero no suelen verde afectados severamente por el virus.
No obstante, hay grupos que si pueden generar cuadros graves de la enfermedad al presentar enfermedades crónicas, obesidad, diabetes o ser pacientes oncológicos.
Es por ello que, el Ministerio de Salud (Minsa) priorizó a los niños con comorbilidades e inmunosupresión. De este modo, los menores pueden protegerse de los cuadros graves que la enfermedad desarrolla al avanzar en el organismo.
La vacunación es la única forma de evitar muertes y complicaciones por la enfermedad, por ello los niños de 5 años son un grupo importante que debe ser inmunizado.
Es importante mencionar que, el Perú no es el único país que decidió ampliar el grupo etario, primero lo hicieron Israel, Reino Unido y Estados Unidos. Además, en la región están diversas naciones como Chile y Uruguay.
NO TE LO PIERDAS: Vacunas a niños contra COVID-19: colegios serán centros de vacunación y carnet será requisito para volver a aulas
El fármaco creado por el laboratorio Pfizer cuenta con datos de ensayos clínicos de fase III, tiene el aval de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), la Agencia de Medicamentos Europea (EMA), el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de EE.UU, Health Canadá, España, entre otras entidades de salud.
En la misma línea, cuenta con la autorización de emergencia de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).
Su eficacia fue comprobada mediante un ensayo clínico de fase 2-3, donde incluyeron 2.285 niños de entre cinco y 11 años en 81 centros de investigación de los Estados Unidos, España, Finlandia y Polonia.
Del grupo eligieron un total de 1.517 menores, quienes recibieron la vacuna BNT162b2 y 751, placebo, una sustancia inocua. De este modo se pudo determinar el efecto que genera la vacuna en el grupo inmunizado y no inmunizado. El resultado fue una eficacia de 90,7% para enfermedad sintomática.
Con respecto a los efectos secundarios, los síntomas fueron similares a los que presentaron el grupo de 12 a 17 años. Es decir, se registró fatiga, dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza y fiebre.
Entre los menos comunes que se percibieron durante el estudio se encuentran: escalofríos y dolor muscular. "Las reacciones y eventos [adversos] informados fueron generalmente de leves a moderados, con una duración de 1 a 2 días”, mencionan en el estudio.
Al respecto, el infectólogo José López Revilla, del Hospital del Niño de San Borja, mencionó que los efectos son muy raros y leves.
"La posibilidad de que tengan un dolor en la zona de la inyección, un malestar general, una posible fiebre posterior a la vacuna es un poco más alta sobre todo después de la segunda o tercera dosis", señaló.
Asimismo, recalcó que los efectos pueden ser más notorios en la segunda o tercera dosis, pero siempre han sido leves y transitorios. "Las vacunas en este grupo de niños siempre han tenido eventos adversos bastante leves, transitorios, y los eventos considerados como serios han sido muy raros”, afirmó.
En la misma línea, la jefa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Minsa), Gabriela Jiménez, declaró para RPP que todos los estudios realizados en torno a la vacuna respaldan su seguridad y efectividad al ser administradas.
En refuerzo, la Organización Mundial de la Salud y la Unicef consideran que la vacunación en niños y adolescentes es capaz de prevenir enfermedades futuras.
Ello se demuestra en las 22 vacunas que reciben los niños en sus primeros años de vida por el Esquema Nacional de Inmunización que previenen 26 enfermedades.
"Los beneficios de la vacunación contra el COVID-19 en los niños de cinco a 11 años son ampliamente superiores a los posibles efectos secundarios, en especial en aquellos niños que presentan factores de riesgo para COVID-19 severo”, aseguró la Comisión Nacional Asesora de Vacunas que asesora al Gobierno de Uruguay.
TE PUEDE INTERESAR: COVID-19: ¿un paciente, con ómicron, en cuánto tiempo deja de contagiar? | VIDEO
Dentro de los reportes mundiales sobre la aplicación de la vacuna Pfizer, se reportó casos en adolescentes varones con miocarditis (inflamación del músculo cardiáco). No obstante, se trataría de casos muy raros generaros por el ARN mensajero de la dosis.
Según un estudio publicado en NEJM, a la fecha no se han informado casos de miocarditis, hipersensibilidad o anafilaxia en niños menores de 11 años.
"Lo que recomendamos es que si la persistencia de los malestares posiblemente asociados a la vacunación va más allá de las 72 horas, busque la evaluación de un profesional de la salud", comenta el infectólogo López Revilla.
Asimismo, afirmó que todos los casos reportados de miocarditis posiblemente relacionada a la vacuna han sido controlados. Además, fueron leves y moderados, y ninguno se ha complicado en una falla cardíaca o un infarto de masivo de miocardio.