La ciudad china de Xi'an empezó a hacer pruebas de coronavirus a millones de residentes el martes después de la detección de más de 40 nuevos casos de COVID-19 antes de una agitada temporada de viajes.
China, donde apareció el virus hace dos años, consiguió erradicar casi por completo los contagios desde mitades del año anterior con fuertes restricciones fronterizas y contundentes medidas al detectar el mínimo contagio.
Sin embargo, la aparición de la variante delta meses atrás ha obstaculizado la estrategia "covid cero" aplicada por Pekín, con la emergencia de pequeños pero recurrentes brotes en distintas ciudades del país.
Xi'an, una histórica ciudad del noroeste con 13 millones de habitantes, registró 42 nuevos casos el martes, llevando el total de infecciones desde el 9 de diciembre a 91, según cifras de la comisión provincial de salud.
Las autoridades locales cerraron escuelas y centros de recreación interiores y animaron a los residentes a evitar salir y congregarse en grandes grupos. Además, millones están sometiéndose a cribados del virus para contener la propagación.
El museo que alberga el famoso Ejército de Terracota, el mausoleo de 2.000 años del primer emperador chino, indicó en un comunicado que cerró sus puertas el domingo "de acuerdo con las necesidades de trabajo de prevención epidémica".
La cautela de las autoridades chinas ante cualquier caso de virus se extremó ante la cercanía de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín en febrero y de la celebración del Año Lunar, con múltiples viajes a través del país. Con información de AFP.