El Alzheimer es una enfermedad relacionada con la perdida de la memoria, desorientación confusión, entre otros. Cuando una persona llega a una etapa mayor de su vida, es muy común que pueda sufrir de esta enfermedad, incluso puede presentarse 10 o 20 años antes de que se diagnostique los primeros signos de la enfermedad.
La Confederación Española de Alzheimer menciona que se trata de una enfermedad que comienza a producir lesiones microscópicas cerebrales, ello lo diferencia de la pérdida de memoria normal asociada al envejecimiento. Los signos se relacionan muchas veces con el avance de la edad, pero no pueden ser minimizadas ya que es más complejo de lo que parece.
Esta enfermedad afecta el pensamiento, comprensión, capacidad de aprendizaje, incluso altera el buen juicio y el lenguaje; ello porque se trata de un deterioro cognitivo que va acompañado del deterioro social o de la motivación. En el marco del Día Mundial del Alzheimer, el Dr. Ricardo Allegri explica que es un deterioro que ingresa en el grupo de las demencias.
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El sitio Mundo Deportivo lo distingue entre dos grandes grupos:
1. Problemas iniciales de memoria: El paciente sufre un ligero trastorno de la memoria, difícilmente diferenciable de la fatiga, falta de motivación o cuadros de ansiedad. Por ejemplo, despistes frecuentes, repetición de la misma frase, dejar cosas en sitios que no recuerda.
2. Problemas psicológicos: Hablamos de síntomas depresivos en una persona mayor de 60 años que nunca había manifestado problemas psiquiátricos o depresivos.
En Wapa te contamos cómo identificar el avance de esta enfermedad que afecta a la memoria desde mucho antes que sea diagnosticada. En caso detecte que un familiar puede tener la enfermedad, es mejor consultar con un médico.
Desorientación de tiempo o de lugar: Es normal que olviden las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Incluso pueden olvidan dónde están y cómo llegaron allí.
Problemas al hablar: Presenta problemas con el uso del lenguaje, tanto oral como escrito. Esto genera problemas para mantener una conversación, por ello, los afectados no pueden seguir o participar en una charla.
Disminución del buen juicio: Pueden cambiar la forma en que tomaban sus decisiones o experimentar cambios en el juicio.
Pérdida de iniciativa: Las personas que sufren de esta enfermedad suelen perder el interés en de realizar actividades sociales, proyectos o incluso tener pasatiempos.
Cambios en la personalidad o de humor: Su temperamento puede variar significativamente, dejando reconocer ciertos rasgos característicos de esa persona.
Ubicación de los objetos: Las cosas se pueden perder con facilidad al no recordar donde estaban. Con puede empeorar con el avance de la enfermedad.
Dificultad para realizar tareas habituales: Es normal que las personas con Alzheimer tengan dificultades para completar sus tareas cotidianas.
Cambios en la memoria: Una de las señales de la enfermedad es la pérdida de la memoria, la cual puede dificultar la vida cotidiana. En la etapa temprana del Alzheimer es usual que olviden la información reciente.
Dificultad para planificar: Los cambios que presentan en los primeros estragos de la enfermedad afecta la habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Pueden tener problemas para concentrarse o les puede costar realizar algunas actividades.
Dificultad para comprender imágenes visuales: Pueden tener problemas en leer, juzgar distancias, determinar color o contraste.