La actriz Daniela Nicolás sufre de una afección autoinmune llamada enfermedad del tejido conectivo indiferenciado, el cual derivó en una artritis reumatoide, un mal que puede afectar más que solo las articulaciones.
De acuerdo con el portal T13, la representante chilena para Miss Universo 2021, Daniela Nicolás, fue diagnosticada con el referido padecimiento hace seis años.
Tras su participación en el concurso de belleza, Daniela Nicolás ha recibido mensajes duros por tener artritis reumatoide. La joven de 28 años compartió en Instagram su respuesta.
"Tiesa, pareces vieja con artritis. Ojalá te quedes postrada luego rucia Barbie más falsa que beso de suegra", fue el ataque que recibió de una usuaria en Instagram.
"Solo quiero mostrarles el nivel de mensajes con los que tengo que lidiar día a día. A mí ya no me afectan, pero no se imaginan a cuántos pacientes les hacen bullying con comentarios como estos y no dimensionan el daño que están haciendo. Esto es maldad pura. Burlarse de la enfermedad de alguien es lo más bajo que se puede caer. Que no se les olvide que somos personas", respondió Daniela en su historia de Instagram.
En ese sentido, los expertos de salud de Mayo Clinic nos explican de qué tratan ambas enfermedades: enfermedad del tejido conectivo indiferenciado y artritis reumatoide. Además, indican cuáles son sus síntomas y sus causas.
La enfermedad mixta del tejido conectivo tiene signos y síntomas de una combinación de trastornos, principalmente lupus, esclerodermia y polimiositis. Muchas personas con esta enfermedad poco común también tienen el síndrome de Sjogren. Por esta razón, la enfermedad mixta del tejido conjuntivo es a veces llamada una enfermedad de superposición.
En los casos de enfermedad mixta del tejido conectivo, los síntomas de las enfermedades por separado no suelen aparecen al mismo tiempo. En cambio, tienden a ocurrir a lo largo de varios años, lo que puede complicar el diagnóstico.
Por lo general, los primeros signos y síntomas afectan las manos. Es posible que se inflamen los dedos y que las puntas de ellos se tornen blancas y pierdan sensibilidad, a menudo en respuesta a la exposición al frío. En etapas posteriores, algunos órganos, como los pulmones, el corazón y los riñones, pueden verse afectados.
No hay una cura para la enfermedad mixta del tejido conectivo. El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad y de los órganos implicados.
Entre los primeros indicios de la enfermedad mixta del tejido conectivo, pueden incluirse los siguientes:
Sensación general de malestar. Esto puede incluir un aumento del cansancio y fiebre leve.
Dedos de las manos y de los pies fríos y entumecidos (fenómeno de Raynaud). En respuesta al frío o al estrés, los dedos de manos o pies pueden volverse blancos y luego azul amoratado. Luego de calentarlos, se tornan rojos.
Dedos o manos hinchados. Algunas personas tienen hinchazón de los dedos.
Dolor muscular y articular. Las articulaciones pueden inflamarse, hincharse y deformarse, como ocurre con la artritis reumatoide.
Sarpullido. Pueden aparecer manchas rojas o marrones rojizas sobre los nudillos.
La enfermedad mixta del tejido conectivo es un trastorno autoinmunitario, aunque se desconoce la causa. En esos casos, el sistema inmunitario —que es el responsable de combatir las enfermedades— ataca por error las células sanas.
En la enfermedad mixta del tejido conectivo, el sistema inmunitario ataca las fibras que constituyen la estructura y el soporte del cuerpo. Algunas personas que presentan la enfermedad mixta del tejido conectivo tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Sin embargo, sigue siendo poco claro cómo influye la genética en la enfermedad.
La enfermedad mixta del tejido conectivo puede suceder en personas de cualquier edad. Sin embargo, parece ser más común en mujeres menores de 50 años.
La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar más que solo las articulaciones. En algunas personas, el trastorno puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo.
A diferencia del daño por desgaste de la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una hinchazón dolorosa que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
La inflamación asociada a la artritis reumatoide es lo que también puede dañar otras partes del cuerpo. Si bien los medicamentos nuevos han mejorado las opciones de tratamiento en gran medida, la artritis reumatoide grave aún puede causar discapacidades físicas.
Los signos y los síntomas de la artritis reumatoide pueden incluir:
Articulaciones sensibles a la palpación, calientes e hinchadas.
Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.
La artritis reumatoide precoz tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas, especialmente las que unen los dedos de las manos con las manos y los dedos de los pies con los pies.
A medida que avanza la enfermedad, los síntomas suelen extenderse a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. En la mayoría de los casos, los síntomas se producen en las mismas articulaciones en ambos lados de tu cuerpo.
Alrededor del 40 % de las personas que padecen artritis reumatoide también experimentan signos y síntomas que no involucran a las articulaciones. La artritis reumatoide puede afectar muchas estructuras no articulares, incluido lo siguiente:
-Piel
-Ojos
-Los pulmones
-Corazón
-Riñones
-Glándulas salivales
-Tejido nervioso
-Médula ósea
-Vasos sanguíneos
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Cabe mencionar que los signos y los síntomas de la artritis reumatoide pueden variar en gravedad e incluso pueden aparecer y desaparecer. Los períodos de mayor actividad de la enfermedad, denominados brotes, se alternan entre períodos de remisión relativa, cuando la hinchazón y el dolor se disipan o desaparecen. Con el paso del tiempo, la artritis reumatoide puede provocar que las articulaciones se deformen y salgan de lugar.