Un grupo de científicos peruanos creó una solución desinfectante natural que elimina la COVID-19 de superficies, así como otras bacterias que causan enfermedades gastrointestinales. Este descubrimiento se realizó después del reúso de residuos orgánicos frescos que la agroindustria desecha.
El equipo de investigadores, que han llamado a su descubrimiento ‘Kuma Nat’, ha recibido el reconocimiento y respaldo económico del Banco Mundial y Fondecyt para desarrollar y expandir comercialmente la línea de desinfectantes ecológicos.
Además, ya cuenta con la autorización sanitaria de la Digesa e investigaciones que avalan su efectividad en laboratorios acreditados, como 'Pacific Control'.
“Buscamos dar un giro ecológico a la producción innovadora en el Perú. De manera práctica, decidimos incorporar compuestos extraídos de residuos orgánicos frescos al desarrollo de nuestras soluciones, tanto tecnológicas, como desinfectantes. De igual manera, queremos contribuir al contexto actual brindando la efectividad garantizada de nuestros productos al momento de eliminar COVID-19 y el 99.9999% de otros microorganismos estudiados”, comentó Miguel Malnati, investigador y director científico de 'Kuma Nat'.
La familia de desinfectantes 'Kuma Nat' cuenta con productos que aseguran el correcto proceso de sanitización en las superficies de los hogares, oficinas o centros de labor.
Según la firma, la solución es eficaz para el control de bacterias y virus, como la COVID-19, los que elimina a partir del primer minuto de aplicación.
Además, contiene humectantes naturales que evitan el resecamiento de la piel.
Por otro lado, 'Kuma Nat frutas' y verduras es efectivo para la sanitización de alimentos de manera natural, sin sulfatos y cloratos que degradan los alimentos y reducen su valor nutricional.
Su composición, ecológica sin residualidad, fue ideada bajo un proceso único patentado: las cáscaras de frutas tropicales extraídas son el principal compuesto en la solución desinfectante de ambos productos.
'Kuma Nat' tiene el firme propósito de lograr un doble impacto tanto en la sociedad como en el medio ambiente, a partir de la reducción de desperdicios de alimentos y la concientización del reaprovechamiento de residuos orgánicos en beneficio de la salud de los peruanos.