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25 Feb 2021 | 9:10 h

Coronavirus: Un bebé con altísima carga viral desconcierta a los médicos

La carga viral del bebéera 51.418 veces más alta que el promedio de los demás pacientes pediátricos.

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    Entre los más de 2000 niños y jóvenes que recibieron tratamiento contra el nuevo coronavirus en el Hospital Nacional de Niños de Washington DC hubo un recién nacido muy particular. El neonato llegó sumamente enfermo, cuando la mayoría de los niños ni siquiera manifiesta síntomas y hasta los que son internados tienen síntomas leves.

    La verdadera sorpresa fue mucho más cuando los midieron la carga viral de la criatura: era 51.418 veces más alta que el promedio de los demás pacientes pediátricos. Y recientemente, cuando secuenciaron el genoma del virus en el bebé, encontraron una variante nunca antes vista del coronavirus.

    Roberta DeBiasi, jefa de infectocontagiosas del hospital, sabía perfectamente que un solo caso no permite extraer ninguna conclusión. Pero sí hacer alertar a la comunidad médica. Cuando los investigadores ahondaron en el misterio, encontraron evidencia de que en la región del Atlántico Medio de Estados Unidos podía estar circulando una variante con la mutación llamada N679S.

    Nadie sabe si el bebé, que fue tratado en septiembre y después se recuperó, representa un caso fortuito, una señal de lo que vendrá, o un preocupante cambio que ya está en marcha, con nuevas variantes supercontagiosas circulando por el mundo.

    ¿Coincidencia de casos?

    "Sería demasiada coincidencia, porque el correlato entre ambos hechos es muy fuerte. Si encontramos un paciente con una carga viral exponencialmente alta y además se trata de una nueva variante, lo más probable es que ambos hecho estén relaciones",  dice DeBiasi.

    Por su parte, Jeremy Luban, virólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, asegura que la carga viral en la nariz del bebe "es de por sí un dato alarmante y digno de atención". Sin embargo, Luban prefiere no especular al respecto y dice que la elevada carga viral "puede deberse a la mutación N679S, o simplemente a que el sistema inmunológico del bebé todavía no estaba completamente desarrollado, lo que permitió la replicación descontrolada del virus".

    Mientras el mundo se adentra en una nueva etapa de la pandemia en la que el virus está cambiando de manera significativa, Estados Unidos apenas empieza a comprender el creciente árbol genealógico del patógeno, debido a la falta de un esfuerzo nacional coordinado para secuenciar y monitorear las variantes que van apareciendo en el trayecto.

    Hace 7 días, la Casa Blanca anunció la inversión de 200 millones de dólares adicionales para la secuenciación genómica y el rastreo de nuevas variantes, lo que permitirá analizar 25.000 muestras semanales. Pero los investigadores dicen que tal vez pasen meses antes de que ese esfuerzo ayude a comprender el modo en que el virus está cambiando dentro de las fronteras de Estados Unidos.

    Rompecabezas

    Hasta entonces, los hallazgos como el del Hospital Nacional de Niños de Washington DC siguen siendo piezas de un rompecabezas que pueden ser importantes para determinar la dirección de la pandemia de la COVID-19, o que tal vez simplemente sean curiosidades científicas transitorias.

    El tópico del efecto de las nuevas variantes en los niños es crucial, ya que los países de Europa asediados por la llamada variante británica han cerrado sus escuelas, y en algunos casos han comenzado a reabrirlas al mismo tiempo que la máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos declaró que la reapertura era segura. Por presión del presidente Biden y de funcionarios locales, muchos distritos escolares que hasta ahora funcionaron completamente de manera virtual, incluidas las escuelas públicas de DC, este mes empezaron a abrir por primera vez las aulas.

    En general, los niños no se enferman de COVID-19 igual que los adultos. La tasa de enfermedad grave entre los niños es baja: en Estados Unidos, han muerto por coronavirus unos 270 niños, una gota en ese océano de 500.000 muertes registradas en todo ese país. Todavía no se sabe por qué. Algunos científicos lo atribuyen a los aspectos biológicos de la infancia, o tal vez a que recientemente se hayan expuesto a algún patógeno similar.