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11 Feb 2021 | 11:05 h

Desinfectar zapatos y otros protocolos que no funcionan contra la COVID-19

Aunque se han usado insistentemente, carecen de evidencia científica y pueden distraer de lo que sí funciona. No todo funciona contra la COVID-19.

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    Después de 10 meses desde que llegó el coronavirus a Perú y más de un año de hablar insistentemente sobre su dinámica y su transmisión, algunas medidas que se creían válidas para evitar la proliferación de la COVID-19 han dejado de tener consistencia científica, pero se siguen usando.

    Si bien muchas pueden ser inocuas, hay otras que generan incomodidad y riesgo, además de desperdicio de recursos. E incluso, tal como dijeron investigadores, se deslizan hacia percepciones de falsa seguridad o son distractores frente a medidas que sí son efectivas contra el coronavirus.

    Toma de temperatura

    La evolución de la pandemia y los hallazgos desde el plano epidemiológico han demostrado, por ejemplo, que la toma de temperatura en lugares públicos es una medida poco efectiva en la lucha contra el nuevo coronavirus.

    De acuerdo con el infectólogo Carlos Álvarez, la toma de temperatura no permite identificar con certeza señales de infección por COVID-19, porque muchos portadores del virus son asintomáticos. Y en otros casos, el proceso no se registra con criterios técnicos ni por personal capacitado y tampoco hay claridad sobre la calibración del instrumento.

    Hasta el momento, en el país no hay registro sobre casos hallados a partir de la aplicación de esta medida, por lo que Álvarez sostiene que no aporta mucho en esta lucha.

    Tapetes desinfectantes

    Hace un año, en medio del temor por el virus, también surgieron los tapetes desinfectantes y la limpieza de zapatos antes de ingresa en la casa. Sin embargo, según el infectólogo Carlos Pérez, no hay razón para pensar que la contaminación del calzado sea fundamental en la transmisión viral. De hecho, expone que se ha demostrado que es poco probable que el virus sobreviva por largos periodos en el piso.

    Álvarez, por su parte, llama la atención en que muchas personas dedican más tiempo a la limpieza de calzado que al lavado de manos, una medida que sí elimina efectivamente el virus, de acuerdo con recientes investigaciones.

    En esa misma línea, el especialista insiste en que la limpieza profunda de manos con agua y jabón sí mucho más que lo expuesto anteriormente.

    Aspersión de químicos

    En la onda que surgió de querer desinfectar todo, también se volvió costumbre rociar químicos o alcohol sobre la ropa y, peor aún, sobre las personas, bien a través de aparatos de aspersión, atomizadores manuales y otros artefactos que ayudaran a rociar ciertos productos.

    El Ministerio de Salud desestimó esta última práctica hace muchos meses y alertó que podría, por el contrario, prestarse para afectaciones en la salud, porque los químicos usados no han sido aprobados para utilizar en humanos, y algunos de estos fueron prohibida su venta al público.

    Sobre la desinfección en ropa, el infectólogo Álvarez aseguró que podría aplicarse exclusivamente en sitios donde exista alta concentración viral (hospitales y conglomerados), bajo medidas muy rigurosas de vigilancia, pero no para el uso diario.

    Desinfección de llantas y vías

    Los hombres con trajes que parecen espaciales y que ‘fumigan’ llantas de carros a las entradas de parqueaderos, edificios públicos e incluso edificios residenciales tampoco tienen ninguna utilidad, según coinciden Álvarez y Pérez.

    Recuerdan que los mecanismos de transmisión viral ya están muy bien definidos y no se afectan con la aplicación de estas medidas, como tampoco con desinfección masiva de calles o pisos enteros.

    Ropa antifluidos

    Otra imagen popular de la pandemia son personas en la calle cubiertas de pies a cabeza con trajes antifluidos, que parecen personajes de la conocida serie 'Teletubbies'. Lo cierto es que el uso de este tipo de vestimenta no tiene utilidad definitiva contra el mortal coronavirus.

    Lo que sí es cierto es que este tipo de vestimenta es necesaria en áreas hospitalarias o donde haya alta concentración del coronavirus, bajo protocolos específicos de manejo, recambio y disposición final, asevera Pedro Cifuentes, experto en salud pública.

    "Para manejar pacientes infectados, esta ropa resulta indispensable, pero se debe tirar tan pronto termine la actividad", asevera.

    Lo que sí sirve contra la COVID-19

    Carlos Pérez sostiene que en este tiempo sí se ha comprobado que ventilar bien los espacios cerrados es una medida muy efectiva contra la COVID-19.

    "Abrir una ventana o una puerta en un espacio cerrado puede actuar contra el virus de una mejor manera que todas las otras, que parecen más teatro. La ventilación es una medida cardinal en el control de la dispersión viral", asegura.

    Asimismo, Carlos Álvarez reitera en que investigaciones rigurosas han demostrado que el uso universal y adecuado de tapabocas eficientes disminuye la transmisión del virus en un porcentaje considerable en comparación de otros métodos.

    De hecho, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) acaban de actualizar sus guías y recomiendan tapabocas de varias capas bien ajustados, y en caso de que no sea posible dejan claro que dos mascarillas (una quirúrgica y encima otra de tela) resulta útil, pero de ninguna manera se recomienda de manera general doble tapabocas.

    A eso se suman otras medidas efectivas como el lavado permanente de manos con agua y jabón, distancia física de mínimo metro y medio en todas las actividades de la vida cotidiana, reducir las reuniones con personas con las que no se cohabite, y en caso de tener que compartir con otros el mismo espacio, esto debe hacerse por periodos corto y tapabocas.

    Frente a la desinfección de superficies, Álvarez recomienda que se haga de manera rigurosa cuando se sospeche que infectados o sospechosos entraron en contacto con ellas. Frente a domicilios que se reciben, los expertos siguen recomendando su limpieza.

    Por último, Pérez llama la atención que ante el conocimiento del virus y la dinámica de la enfermedad que causa es importante revisar los llamados protocolos de bioseguridad porque algunos de ellos ya son obsoletos e inefectivos y llevan a una falsa sensación de seguridad.

    ¿Qué es un coronavirus?

    Son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

    ¿Qué es la COVID-19?

    Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019.

    ¿Qué es la cuarentena?

    En medicina, es un término para describir el aislamiento de personas o animales durante un período de tiempo no específico como método para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad,​ o una plaga. 

    Mapa del coronavirus hecho por Google

    Casos de COVID-19 en Perú

    Cabe recordar que Perú registra 44.489 fallecidos por coronavirus y 1'261.804 casos confirmados, 14,414 pacientes hospitalizados y 2,079 que se encuentran en UCI con ventilación mecánica, según el último reporte del Minsa.

    Minsa sobre la vacunación

    Hasta el viernes 19 de febrero, Perú vacunó contra la COVID-19 a más de 133.000 trabajadores de la salud en los primeros 10 días del proceso de inmunización, informó el Ministerio de Salud.