La vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio británico AstraZeneca, que está en controversia por la protección que puede ofrecer, no necesita una mayor investigación, asegura el director ejecutivo.
"Ahora que hemos encontrado lo que parece ser una mayor eficacia tenemos que validarlo, por lo que necesitamos un estudio adicional", comentó Pascal Soriot en una entrevista con Bloomberg, una compañía estadounidense de asesoría financiera.
El pasado lunes, AstraZeneca y la Universidad de Oxford, quienes desarrollan en conjunto el antídoto para extinguir la pandemia, informaron que sus ensayos clínicos realizados en Reino Unido y Brasil arrojaron que la eficacia de la inyección tiene una media de 70%. Dicho dato procede sin embargo de dos grupos distintos.
El primero que fue el más pequeño, donde se administró media dosis y, posteriormente, una dosis completa luego de 30 días, presentó una efectividad del 90% frente a la infección del virus SARS-CoV-2. El segundo, una población mayor, recibió dos dosis de la vacuna con un mes de diferencia, mostró una eficacia del 62%.
"Al dar una primera dosis más pequeña estamos preparando el sistema inmunológico de manera diferente, lo estamos preparando mejor para responder", explicó Andrew Pollard, científico de la Universidad de Oxford, sobre la diferencia de ambas situaciones.
Sin embargo, los científicos reconocieron que la cantidad menor administrada inicialmente al primer grupo partió de un error en la dosis que los investigadores decidieron después aprovechar.
Se supo después que dicho grupo, además de ser mucho menor, tenía un límite máximo de edad de 55 años.