Usualmente, cuando una mujer se entera de que va a tener un bebé, se da el tiempo suficiente para pensar cómo será su embarazo y el futuro con su hijo.
Sin embargo, esto no siempre es así, pues cada año cientos de mujeres se enteran de que están embarazadas justo antes de dar a luz. Es algo que sorprendería a muchos que no han escuchado hablar de este tipo de embarazo antes.
En el mundo de la ciencia y la medicina, este fenómeno es conocido como embarazo críptico.
¿De qué se trata este tipo de embarazo?, ¿Cuáles son sus síntomas?, ¿Cuál es el tratamiento a seguir? Los especialistas te explican todo lo que deben saber.
Según Helen Cheyne, profesora e investigadora de la Universidad de Stirling, en Reino Unido, este término se utiliza para referirse a las mujeres que desconocen que están embarazadas debido a que no presentan síntomas, modificaciones corporales o malestares propios de la gestación.
Especialistas en ginecología y obstetricia argumentan que esta condición se genera a partir de un conflicto inconsciente relacionado con el embarazo y los síntomas somáticos; es decir, aquellos que se desarrollan a través de pensamientos y sensaciones intensas de las que no se sabe el origen.
De acuerdo con una investigación realizada por Marco Del Giudice, profesor del Centro de Ciencias Cognitivas Del Departamento de Psicología en la Universidad de Nuevo México, otros factores que pueden influir en la aparición de esta condición médica son las siguientes:
Según la Clínica Mayo, en la mayoría de casos esta enfermedad causa trastornos hormonales, que pueden provocar períodos menstruales con poca frecuencia y altos niveles de hormonas masculinas, factores que pueden confundirse con los primeros síntomas de un embarazo.
Definido como el periodo que rodea a la menopausia. Esta transición presenta síntomas como náuseas, amenorrea e hinchazón abdominal, similares a los que la mayoría de las veces son confundidos con señales del inicio de la menopausia.
El haber tenido un bebé recientemente puede hacerte creer que es imposible que te embaraces inmediatamente; sin embargo, y a pesar de las bajas posibilidades, sí existe un riesgo de que esto suceda.
Finalmente, si sospechas que estás embarazada pero no tienes síntomas físicos evidentes, lo recomendable es realizarte una prueba de sangre y mantenerte al pendiente de cualquier cambio que presente tu cuerpo.
Algunas de las alarmas a las que debes estar atenta son: oscurecimiento de la areola, sangrado en encías y nariz, y dificultad para respirar.
En caso de que presentes cualquiera de estos síntomas o malestares, lo mejor es acudir con tu médico de cabecera a la brevedad, para que te realicen un estudio y puedas confirmar tu sospecha.