Algunos pacientes que han sobrevivido a la enfermedad del coronavirus están presentando la caída del cabello con más frecuencia y aunque parece que no existe alguna relación, los especialistas aseguran que nuevos estudios, revelan que este virus también afecta a algunas partes físicas.
La doctora Esther Freeman explicó al portal Today que hay un incremento en el número de personas que experimentan la pérdida de cabello durante su recuperación, tomando en cuenta esta información de una base de datos de 1000 casos en 38 países.
Cabe recalcar que este tipo de alopecia se conoce como efluvio telógeno y es causado por el estrés físico o emocional. Es una muda de cabello temporal que puede durar hasta ocho meses, pero en ocasiones podría volverse un problema crónico.
“Después de experimentar estrés fisiológico, hay una condición que afecta el ciclo de crecimiento de los folículos capilares. Se llama efluvio telógeno y se puede ver después de muchos tipos diferentes de enfermedades, incluidas la malaria y la tuberculosis”, sostiene, por su parte el doctor Amesh A. Adalja al sitio Health.
Aunque no hay evidencia de que el coronavirus en específico detone una caída anormal de cabello, cualquier enfermedad grave puede genera este tipo de alopecia, por lo que el COVID-19 entra dentro de esta categoría.
“Muchas personas con COVID-19 se enferman gravemente con fiebre alta y otros síntomas, que sabemos que pueden estar relacionados con el efluvio telógeno. Sabemos que la hormona del estrés, el cortisol, se libera a niveles más altos durante una enfermedad grave, y también sabemos que el cortisol puede afectar las estructuras del cabello”, aseguró el dermatólogo, Angelo Landriscina para la cadena Telemundo.
No solo el estrés fisiológico provocado por la enfermedad puede causar efluvio telógeno, sino también el estrés psicológico derivado de la pandemia, con temas relacionados a las finanzas, la muerte de seres queridos y el cuidado de los hijos.