Despedir a un ser querido que deja este mundo es, de por sí, doloroso; pero dar el adiós a una persona cuyo cuerpo fue vencido por el coronavirus es doblemente difícil, porque no podemos ni siquiera acercarnos a ella.
En efecto, el covid-19 es un virus altamente contagioso y por eso las medidas de prevención deben ser extremas, al punto de que solo dos familiares de un fallecido con coronavirus podrán despedirlo, pero desde dos metros de distancia y vistiendo un traje de ultraprotección.
La indumentaria consiste en botas especiales, mandiles y cubiertas para la cabeza para protegerlos por completo, indicó a la Agencia Andina, el infectólogo del hospital Cayetano Heredia, Leslie Soto.
Lo mismo sucede con quienes transportan el cadáver, que deben usar guantes, máscara, zapatos de caucho y demás protección.
El especialista explicó que los cuerpos de los fallecidos deben ser tratados de manera especial, envolviéndolos en sábanas y colocándolos en bolsas herméticas totalmente impermeables, para evitar la salida de fluidos como orina y gases que obviamente tienen carga viral.
Asimismo, agregó que la bolsa también debe ser rociada con lejía y colocada en un ataúd hermético que no debe abrirse por nada y para nada.
Foto: AFP/Referencial
Precisamente, por ser tan contagiosa esta enfermedad, no es posible hacer necropsia a un fallecido por este padecimiento.
"Una necropsia implica coger todos los órganos del cuerpo, lavarlos, cortarlos y todos estos están cargados con el virus y no puede exponerse a nadie a ese peligro”, señaló el experto.
Por esas razones, anotó, el Ministerio de Salud (Minsa) aprobó un protocolo para el manejo de estos cadáveres que debe cumplirse a cabalidad para evitar la propagación del coronavirus.
Finalmente, el especialista en enfermedades infecciosas y tropicales anotó que no es posible saber hasta cuánto tiempo después un cadáver sigue contagiando el virus pero un cuerpo debe ser cremado o inhumado dentro de las 24 horas, de todas maneras.
Los coronavirus covid-19 son una amplia familia de virus que se encuentran tanto en animales como en humanos.
Algunos infectan al ser humano y se sabe que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).