Faltan pocos días para las fiestas de fin de año, y con esto, muchas personas inician los preparativos para los diferentes encuentros con familia y amigos, en los cuales el gran protagonista es la comida. Sin embargo, el exceso de la ingesta de alimentos puede repercutir en la salud.
De acuerdo con declaraciones del médico gastroenterólogo, Héctor Velarde, "en el último mes del año, debido al aumento de los encuentros sociales, es muy común que los excesos alimentarios sean más frecuentes, al igual que los trastornos digestivos, lo que pueden interrumpir las celebraciones”.
Ante ello, el especialista indica cuáles son los principales trastornos que se dan a consecuencia de los cambios en la alimentación. Pero, también brinda las recomendaciones a seguir para mitigar estos males. ¡Atenta y toma nota!
Es muy común presentarse por ingerir alimentos contaminados o no mantener la cadena de frío de ciertos productos. Adicionalmente, diciembre coincide con el inicio del verano y el incremento de la temperatura crea el ambiente propicio para el crecimiento de bacterias.
Para aliviar estos problemas, es recomendable consumir sales de rehidratación oral y zinc, junto con probióticos, como los Bacillus clausii, que son capaces de regenerar el balance de la flora intestinal.
Estos problemas se producen cuando se consumen alimentos ácidos e irritantes como las salsas de tomate, mostaza y ají, asi cómo por cenar muy tarde y acostarse pronto. La combinación de reflujo y acidez produce una sensación de sabor avinagrado y de quemazón a la altura del pecho y llega hasta la garganta.
Para prevenir el reflujo, puede ser útil una caminata después de cenar, aunque lo ideal es un horario adecuado de alimentación. Y para mitigar el dolor abdominal, es recomendable optar por un antiespasmódico de rápida acción, ya que actúa sobre las contracciones y neutraliza los retortijones que producen tanto malestar.
Las flatulencias son un componente frecuente de la mala digestión. Este problema genera distensión abdominal, sensación de llenura, incremento de ruidos intestinales y espasmos. Además, son recurrentes en personas que consumen altas cantidades de carbohidratos como pan, menestras o productos fermentables como manzana, coliflor, chocolate, especialmente por la noche; así como salsas o cremas sin la adecuada refrigeración.
Para evitar estas molestias se recomienda consumir alimentos de fácil digestión que contengan fructosa como arándanos, fresa, frambuesa, plátano, etc. Una adecuada flora intestinal favorece el exceso de gases.
Se genera debido al alto consumo de carnes rojas, frituras, harinas, grasas y a la baja ingesta de agua y fibra (frutas y verduras). Este tipo de alimentación produce un tránsito intestinal lento, por lo que se recomienda hacer ejercicios, tomar agua y comer frutas con cáscara como melocoton, ciruelas y verduras, como espárragos, brócoli, espinaca o lechuga.
El especialista señala que es importante mantener una adecuada alimentación y visitar al especialista ante cualquier indicio de malestar estomacal. “Se debe evitar comidas abundantes, cargadas de carbohidratos o demasiado condimentadas. Además, en caso se presente molestia abdominal persistente con presencia de vómito, diarrea o fiebre, es recomendable acudir al especialista para recibir un tratamiento adecuado”, finaliza.