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06 Ago 2019 | 13:04 h

¿Sabías que prolongar tu siesta 10 minutos más puede repercutir en tu salud?

Dormir más de 30 minutos en la siesta puede provocar el desarrollo de diabetes tipo 2.

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    Muchas veces por las diferentes actividades que realizamos en el día, nos sentimos cansadas y una manera de recuperarlo es darnos una pequeña siesta; sin embargo, hay ocasiones en el que ya no queremos despertar, por lo que prolongamos la alarma 10 minutos más, sin saber que esto puede repercutir en la salud.

    Sí, así como lo lees. De acuerdo a un estudio científico realizado por un grupo de investigadores españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y compartido en el portal Telecinco, sostiene que existe una relación entre el tiempo que se dedica a la siesta y el desarrollo de diabetes tipo 2.

    De acuerdo a los expertos, observaron que, en comparación con no hacer siesta o hacerlo durante menos de 30 minutos, existe una mayor prevalencia de diabetes tipo 2. Asimismo, un mayor índice de masa corporal y circunferencia de la cintura con cada aumento de 10 minutos diarios en su duración.

    Para llegar a esta conclusión los investigadores hicieron un estudio a 2.190 participantes de avanzada edad que tenían sobrepeso y síndrome metabólico, de ellos un grupo de afecciones que aumenta el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2.

    “La siesta fue evaluada de forma objetiva mediante la colocación de acelerómetros (un aparato que detecta la actividad física o sedentaria realizada a lo largo del día)”, apunta Jordi Salas, investigador principal del CIBEROBN.

    “El problema llega cuando prolongamos la duración de la siesta, especialmente más de 60 minutos al día. Esta es la duración que se ha asociado con una mayor morbilidad y mortalidad en comparación con la ausencia de siestas o las siestas más cortas”, añadió el especialista.

    Tras llegar a esta conclusión, los investigadores señalaron que una siesta corta es mejor (30 minutos), ya que puede mejorar el estado de alerta, el rendimiento y la función cognitiva, así como reducir el riesgo de mortalidad.