Muchas personas buscan alguna dieta fácil y sencilla para bajar de peso, y uno que está de moda y dando bueno resultados es el ayuno intermitente. Pero, ¿en qué consiste este nuevo régimen alimenticio?
Se trata de una técnica que se ha vuelto muy popular en Internet y que consiste en tomarse un día de la semana (o dos) para consumir muy pocas calorías. Pero, para obtener mayor información sobre ello, Carla Torres, Nutricionista del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, explica a Wapa.pe todo en referencia a esta dieta. ¡Atenta y toma nota!
Los ayunos intermitentes más que una "dieta" son un programa de alimentación, así que mantener la pérdida de peso dependerá de lo bien que la persona se adapte a ese patrón a largo plazo.
Como su nombre lo indica se trata de aplicar patrones de ayuno, en el que la personas dejará de consumir alimentos por un tiempo determinado. Lo importante para que estas dietas sean seguras, eficaces y saludables, es que los alimentos consumidos deben tener de un gran valor nutricional.
Debemos recordar que antes de adoptar una dieta de ayuno intermitente se debe siempre consultar con un médico y un nutricionista, puesto que no todas las personas cuentan con los mismos antecedentes y esto podría resultar perjudicial para su salud.
El ayuno 5:2, propone que las personas se alimenten como lo hacen de manera habitual durante 5 días a la semana y ayunar los otros dos. Pero la versión llamada "ayuno 16:8" sugiere un ciclo de comida y ayuno mucho más rápido: los pacientes deben restringir su alimentación a un período de 8 horas al día y ayunar las otras 16 de manera continua.
Los horarios de alimentación más comunes son desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, un período en el que se puede comer todo lo que desee (justamente esta viene a ser el supuesto “beneficio”, pero a la vez resultaría contra producentes si es que la persona opta por alimentos hipercalóricos y ricos en grasas saturadas, trans o azúcar.
Por otro lado, durante las horas de ayuno no se puede comer nada y solo se puede beber agua o bebidas sin contenido calórico. “La ventaja” en este caso sería que de esas 16 horas lo más probable es que alrededor de 8 la persona se encuentre durmiendo.
Siguiendo este patrón de alimentación la persona podría ayudarse a perder peso de manera moderada, y podría representar un modelo más llevadero para algunos pacientes con sobrepeso que otras dietas restrictivas.
Siempre y cuando la persona incluya todos los grupos de alimentos grasas esenciales y saludables como las de pescado, frutos secos, cereales integrales, fuentes magras de proteína, granos integrales y muchas verduras y vegetales para suplir toda la fibra, vitaminas y minerales necesarios podría ser una alternativa en el control de peso.
Las personas que tiene problemas de colesterol y triglicéridos elevados, hipertensión arterial, diabetes o cardiopatías, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y aquellas que aún se encuentran con una necesidad alta de nutrientes como los niños o adolescentes, podrían poner en un riesgo altamente elevado su estado de salud al optar por estas dietas.
Una persona que no cuente con otro antecedente además de tener sobrepeso podría realizarla y aun así debe consultar con un nutricionista y con su doctor de cabecera.
Actualmente no se cuenta con suficiente evidencia científica que respalde este tipo de dietas que mencionan estos supuestos beneficios. Lo más recomendable es seguir un plan de alimentación personalizado, y adaptado a cada estilo de vida, para que la persona no se aburra ni se sienta desmotivado con su alimentación. Tener una mejor nutrición no es sinónimo de dejar de comer, y menos de manera deliciosa. No existe fórmula mágica, es balancear la cantidad de calorías que consumimos con una determinada cantidad de actividad física para evitar caer en un exceso de calorías y con esto promover el desarrollo de sobrepeso o de obesidad.