Aun cuando sabemos lo dañino que son los rayos solares para nuestra salud, es inevitable querer tomar un poco de sol en verano cuando vamos a la playa o tenemos una tarde de piscina. Porque lo cierto es que, amamos broncearnos.
Si has tomado el sol de manera correcta (o incorrecta) es importante que contrarrestamos algunos de estos daños con la siguiente rutina de belleza:
Este paso es esencial para retirar las impurezas que la piel ha acumulado a lo largo del día. “Una ducha con agua más bien fresca generará un efecto calmante sobre la piel”, informó el dermatólogo Victoriano Morales para Cuidate Plus.
A diferencia de lo que dicen muchos, la exfoliación no es la mejor manera de preparar tu piel para recibir los productos que apliquemos luego. El sol hace que la piel se adelgace, irrite, y la hace más sensible y seca, por lo que al hacer esto solo contribuirías a hacerte más daño.
No te sometas a una exfoliación ni corporal ni facial.
Hidratarte la piel a diario es importante, pero hidratarte la piel luego de tomar sol es fundamental. Luego de salir de la ducha, aplica generosamente una crema que contenga principios activos calmantes y re estructurantes. Por su parte, el dermatólogo añade buscar una crema que no contenga fragancias ni perfumes que podrían causar irritación.
Algunos productos recomendables son: la manteca de karité, ácido hialurónico y aceites naturales con capacidad cicatrizante como el de rosa mosqueta.
Para el rostro, el especialista recomienda buscar un serum de Vitamina C para recuperar la piel de las agresiones del día.
Algunos alimentos contribuirán a recuperar los niveles de hidratación como son las verduras, fruta fresca, y por supuesto, mucha pero mucha agua.