Si eres amante del buen vino y el chocolate, pues esta nota te hará saltar de un pie. Un reciente estudio realizado por la Universidad de Exeter, en Inglaterra afirma que la ambos productos ayudan a combatir las arrugas, mantiene la piel suave y lozana. ¡El secreto perfecto para los cuidados de la piel !
De acuerdo con la investigación, tanto el vino tinto como el chocolate contribuyen al rejuvenecimiento de células de la piel. El secreto estaría en los flavonoides, compuestos presentes en ambos alimentos y conocidos por sus efectos antiflamatorios y antioxidantes.
Para concluir en esto, los científicos analizarlos las células en el laboratorio con productos químicos naturales que están en el vino tinto, chocolate amargo, uvas rojas y arándanos, y descubrieron que las células presentaban cambios positivos.
Cabe mencionar que la experiencia se repitió varias ocasiones y, en cada caso, las células rejuvenecieron, afirmó Eva Latorre, líder del trabajo científico, quien cree que los datos obtenidos pueden llevar a avances en terapias para frenar el envejecimiento de la piel y para contribuir en los cuidados de la piel .
Recordemos que uno de los beneficios del chocolate, es que es nutritivo. Tiene una poderosa fuente de antioxidantes, eleva el colesterol HDL y protege el LDL contra la oxidación, podría bajar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otros.
Mientras tanto, el vino tinto es un aliado para bajar peso, combate el cansancio, bueno para reducir el colesterol, entre otros. ¿Ahora que sabes estos beneficios de estos alimentos, los empezarás a consumir?
Hace bien al corazón porque promueve un flujo adecuado de sangre, ya que posee potentes antioxidantes pertenecientes al grupo de los flavonoides, que son las catequinas, epicatequinas y procianidinas.
Estimula el sistema nervioso central y a los músculos cardíacos, contiene teobromina, que es una sustancia con acción semejante a la cafeína.
Da sensación de bienestar, ya que estimula la hormona serotonina mejorando el humor y aliviando el estrés.
Ayuda a disminuir la presión arterial y a mejorar la circulación sanguínea debido a que produce óxido nítrico que es un gas que ayuda a relajar las arterias.
Función cognitiva. Casi 70 estudios científicos demuestran que su consumo moderado mejora la función cognitiva.
Combate las bacteria bucales. Investigadores italianos han confirmado que la tradicional costumbre de tratar las infecciones de las encías con vino tiene fundamentos científicos.
Corazón con buen ritmo. Una copa al día aumentan los nivele de ‘colesterol bueno’ en la sangre y previenen las complicaciones cardiovasculares.
Hábitos saludables. Los aficionados a la degustación del vino suelen comprar alimentos más sanos y tener una dieta más equilibrada que los ‘cerveceros’, concluyó estudio en el British Medical Journal.