Este año, la Organización Mundial de Salud incluyó en la Clasificación de Enfermedades (ICD por sus siglas en inglés), al trastorno de comportamiento sexual compulsivo. Con esta situación, la adicción a las relaciones sexuales o la hipersexualidad es considerada una enfermedad mental.
NO DEJES DE LEER: ¿Qué es el abdorgasmo y cuáles son sus beneficios? Conoce más de esta inusual práctica
Este trastorno se detecta como un patrón persistente o el fracaso del control a los impulsos sexuales recurrentes e intensos, lo cual podría generar el comportamiento sexual repetitivo.
Una persona sin ningún tipo de trastorno gusta mucho del sexo, pero los que padecen de hipersexualidad siempre están pensando en relaciones sexuales y no tienen otro tema de conversación.
Las personas evaden sus responsabilidades para poder tener relaciones sexuales.
A veces las relaciones sexuales casuales podrían ser algo peligrosas, por lo que decidimos mejor no tenerlas. Este raciocinio no sucede con las personas que padecen el trastorno, ya que no miden las consecuencias, solo por tener sexo.
Alguien con trastorno de comportamiento sexual compulsivo se da cuenta que no puede dejar de pensar en tener sexo, e intenta dejar de hacerlo, pero no puede. Es como la adicción al alcohol o al cigarro, se necesita de un especialista.
¿Cuáles son las causas?
El trastorno de comportamiento sexual compulsivo, según la Clínica Mayo, no tiene causas totalmente definidas porque cambian en cada una de las personas. Lo que sí se puede afirmar es que se suele encontrar un desequilibrio químico en el cerebro.