¿Alguna vez te ha salido una herida de color blanco en el interior de tu labio? Si la respuesta es sí, tu salud estaría en riesgo. Estas pequeñas lesiones en el interior de la boca o en la base de las encías se llaman comúnmente aftas y pueden aparecer en personas de todas las edades.
Si tienes o tuviste estas heridas, deberías buscar a un esoecialista, ya que indicaría que sufres de estrés excesivo, falta de hierro y vitamina B12. En esta nota te diremos seis cosas que estas lesiones dicen sobre tu salud. ¡Atenta!
Una de las causas más frecuentes de las aftas, es que el sistema inmunológico está decayendo por bacterias que atacan al cuerpo.
El estrés puede ser otro factor que favorece a la aparición de las aftas, ya que ese estado de ánimo baja las defensas del sistema inmunológico.
Si tienes algún problema de salud y estás tomando algunos medicamentos o realizando un tratamiento, eso podría favorecer a la aparición de aftas. En algunas ocasiones los medicamentos son muy fuertes e irritan al estómago.
La aparición de aftas también se asociaría a la baja de hierro, ácido fólico y vitaminas B12 en el organismo. Un tratamiento adecuado sería el de tomar vitaminas en capsula o consumir más frutas y verduras.
Las aftas estarían relacionadas a factores hereditarios y genéticos, es por ello que algunas personas tienen estas heridas teniendo las defensas altas. Lo recomendable es ir donde tu doctor para encontrar un tratamiento adecuado.
En la mujer, la aparición de aftas es muy frecuente debido a los cambios hormonales que sufre el cuerpo femenino, es por ello que si tienes estas pequeñas heridas, no entres en pánico.
Algunos especialistas comentan que los aftas bucales se contagian mediante besos, es por ello que no es recomendable besar a su pareja o a los bebés.
Si sufres de aftas y no desaparecen a pesar de curártelas, en una semana o dos, es recomendable que acudas a tu doctor para solucionar este problema.
No dejes de tomar en cuenta estas recomendaciones para que tu salud mejore y evites estas dolorosas heridas que te privan de ciertas comidas. Además una buena ayuda es recurrir a tu doctor para que pueda darte un alcance más acertado sobre lo que te está pasando. (Con información de salud 180)