El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista que suele ser menos grave y las personas que lo padecen pueden tener un comportamiento social inusual y un interés profundo en algunos temas específicos. Pero, pese a no ser un problema que afecte la salud y si la vida social, este no puede ser diagnosticado con facilidad, por eso es que lo denominan como una enfermedad invisible.
Varios especialistas han indicado que existe una gran dificultad para diagnosticar correctamente esta enfermedad, más aun cuando por la falta de información sobre esta patología se brinda un diagnostico errado. Esto se debe a que los síntomas se manifiestan de diferente forma en cada persona.
Por eso es muy importante que los padres estemos atentos a nuestros hijos entre los 2 y 6 años, ya que es en ese rango de edad donde empiezan a desarrollar comportamientos inusuales, esto debido a que piensa, siente y vive a su manera muy distinta a los otros niños. Estos pequeños no pueden comprender los sentimientos de otras personas, tienen dificultad para entender el lenguaje corporal y problemas para expresar sus emociones.
Si se percatan que sus hijos tienen cierta dificultad para hacer amigos, realizan movimientos repetitivos o extraños y tienen reacciones sensoriales poco comunes, hay que buscar la atención médica especializada lo más pronto posible, pues con tratamiento psicológico se puede llevar una vida prácticamente normal.