Tres años después de que una compra hecha en una tienda oficial de Nueva York derivara en la incautación del producto y una denuncia por supuesta falsificación, el caso legal se resolvió a favor del consumidor.
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El caso de Walter Jacobo Gutiérrez, ingeniero y excandidato a la alcaldía de San Juan de Lurigancho, volvió a generar atención pública tras conocerse que presentó una nueva demanda contra la firma de lujo Louis Vuitton. Esta acción legal se da luego de una prolongada controversia iniciada en 2022, cuando la casa francesa lo acusó de importar productos falsificados, a pesar de que estos habían sido comprados en una tienda oficial en Estados Unidos.
Tres años más tarde, el conflicto tuvo un nuevo giro. El proceso impulsado por la marca internacional fue declarado infundado y la empresa fue obligada a asumir las costas y costos del juicio. Ante la negativa de Louis Vuitton a llegar a un acuerdo por los daños que asegura haber padecido, Gutiérrez optó por volver a la vía judicial y reclamar una indemnización de USD 20 millones.
El caso se remonta a un viaje de Walter Jacobo Gutiérrez a Estados Unidos, donde adquirió varios artículos de Louis Vuitton en la tienda oficial de la Quinta Avenida, en Nueva York. A su retorno al Perú, los productos fueron incautados por la Aduana en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, bajo la presunción de que se trataba de artículos falsificados.
La intervención ocurrió luego de que la propia marca advirtiera presuntas irregularidades en los productos. De acuerdo con la acusación inicial, ciertos detalles de los diseños —como flores y letras en las etiquetas— presentaban deformaciones que, según la empresa, no se ajustaban a sus estándares de fabricación.
Con ese sustento, Louis Vuitton interpuso una denuncia ante Indecopi. En una primera instancia, el organismo dio la razón a la empresa y sancionó a Gutiérrez con una multa de 4,8 UIT, equivalente a aproximadamente S/ 18.000, además de mantener retenidos los artículos.
Para el entonces excandidato municipal, esta decisión significó no solo un perjuicio económico, sino también un impacto en su reputación. Pese a presentar los comprobantes de compra, estos no fueron valorados de manera decisiva en la etapa inicial del procedimiento administrativo.
Ante la sanción, Gutiérrez decidió apelar. Como parte de su defensa, solicitó a su banco los registros detallados de las transacciones efectuadas en la tienda de Louis Vuitton en Nueva York. Dichos documentos permitieron demostrar que las adquisiciones se realizaron en un establecimiento oficial y mediante medios de pago formales.
Estas pruebas fueron determinantes para que Indecopi revocara la decisión inicial. En segunda instancia, el organismo concluyó que la acusación no contaba con sustento suficiente y dispuso que la marca asuma los costos del proceso, dejando en evidencia fallas en la evaluación previa realizada por la empresa antes de denunciar al consumidor.